Fuente: El Impulso
El despliegue militar a todo lo largo y ancho del país, para evitar el acceso de manifestantes a la toma de Caracas el primero de septiembre y también en la propia capital de la República con alcabalas móviles y tanquetas por todas partes, sin duda, luce desproporcionado y refleja el temor del Gobierno frente a lo que es una convocatoria legítima en términos constitucionales.
La opinión es de la Dra. Rocío San Miguel, presidenta de la organización Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, al ser entrevistada por EL IMPULSO.
Estamos, dijo, asistiendo a un desproporcionado pie de fuerza frente a lo que va a ser probablemente una asistencia multitudinaria de venezolanos exigiendo el referéndum revocatorio presidencial.
El Gobierno tiene, indudablemente, el temor de las fotografías que queden plasmadas, sobre todo, frente al mundo como demostración de la voluntad de un pueblo que pide el derecho a revocar al Presidente de la República.
-¿Cuál es su apreciación acerca de la declaración del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, de que es inminente la posibilidad de un golpe de Estado?
-Todo lo que signifique anuncio de golpes, ataques terroristas y situaciones similares son elementos de distracción, muy peligrosas porque permiten criminalizar a algunos sectores de la oposición, como efecto viene ocurriendo con las detenciones previas que han ocurrido estos días, los allanamientos e intentos de allanamientos que también han sucedido. Se busca consolidar la matriz del miedo. y de lo que puede hacer: meter presos a políticos y opositores. Pero, con esto también se busca atemorizar a la Fuerza Armada Nacional. La matriz y el golpe van orientados fundamentalmente, más que a los líderes opositores, a la idea de disuadir cualquier expresión que pudiera surgir dentro de la FAN.
-¿No está prohibido el uso de armas y sustancias tóxicas contra manifestantes para que esté amenazando con su aplicación el ministro de Relaciones Interiores?
-Claro que sí: Sustancias tóxicas, armas y municiones contra las marchas. El ministro Reverol ha venido haciendo una suerte de interpretaciones para darse la licencia de utilizarlas; pero, enfáticamente hay que advertir que esto está totalmente prohibido. Desde Control Ciudadano hemos exigido que los cuerpos de seguridad e inteligencia que pueden estar camuflageados, sin portar uniformes, no pueden estar armados. Lo que tenemos en la memoria los venezolanos es la actuación irregular que en el año 2014, efectivos del Sebin ejecutaron contra la población civil. La presencia de sujetos armados pertenecientes a los cuerpos de seguridad del Estado es el factor más peligroso que puede ocurrir dentro de las concentraciones.
-¿Cómo entender al Presidente cuando, en la plaza Caracas, habló de violencia y de poner presos antes de que se concrete la movilización anunciada para este primero de septiembre?
-Dramático, penoso, insistente es el temor del Presidente Maduro.. Primero, amenazó con un comportamiento mayor al del presidente turco. Lo que ocurrió en Turquía fue un golpe militar. Y luego ha venido insistiendo en el desarrollo de un golpe, lo que demuestra un miedo hacia la Fuerza Armada Nacional. Aquí hay que ser claro y diáfano. La actuación de la FAN contra Maduro -en mi opinión- es no utilizar las armas contra el pueblo venezolano. Creo que vamos a asistir en muchos espacios del país a las manos caídas, a la lectura de soldados que van a evitar agredir. Esta va a ser la expresión más generalizada, salvo la posibilidad del uso de algunas sustancias tóxicas contra manifestantes.
-¿Cómo ve a la FAN en este momento?
-La Fuerza Armada Nacional está viendo la oportunidad de una alternativa de poder que quedaría materializadas por la realización del referéndum revocatorio presidencial en el 2016. Históricamente, la FAN, desde 1958 hasta la fecha, se ha plegado a favor de las alternativas reales de poder en el último momento. Y está pasivamente observando que se pueda materializar en un referéndum revocatorio presidencial. La FAN se encuentra muy fragmentada en los diversos mandos que controlan la cúpula militar, pero que no siempre puede apuntar en beneficiar al Presidente Maduro. Por otra parte, es una fragmentación vertical: aquella que separa el hambre de los mandos subalternos frente a las riquezas, en algunos casos inocultables, de los mandos superiores. Eso conecta a la base militar con el drama que está padeciendo el pueblo venezolano.