Fuente: Efecto Cocuyo
La pesadilla se repite de nuevo para los habitantes del barrio José Félix Ribas, de Petare, al este de Caracas. Los tiroteos entre los grupos armados que controlan las distintas comunidades han puesto nuevamente en vilo a los vecinos, quienes en mayo de 2020 fueron testigos de fuertes episodios de violencia armada.

Crédito Efecto Cocuyo
Desde el pasado 13 de octubre, habitantes de la comunidad han denunciado los fuertes tiroteos que se han generado en los barrios cercanos a la parte alta de José Félix Ribas. La banda de Wuileisys Alexander Acevedo Monasterios, alias “Wilexis”, quien controla ocho de las 10 zonas de esta comunidad mirandina, quiere extender su territorio y ha emprendido un nuevo ataque a las bandas rivales.
En estas disputas entre cabecillas de bandas delictivas los vecinos quedan en el medio de la ola de violencia. El pasado 16 de octubre se conoció que al menos seis personas resultaron muertas tras los enfrentamientos en uno de las barriadas más poblada de Latinoamérica.
Una de las víctimas fue Henry Junior Correa Guarama, un adolescente de 13 años de edad, quien se encontraba jugando fútbol y quedó atrapado en el enfrentamiento. Otras víctimas fueron un hombre llamado Jordan y su hija de tres años de edad, que fueron alcanzados por balas perdidas producto del conflicto armado.
En el tiroteo por el control de las comunidades de Petare murió una mujer que hasta este 21 de octubre no ha sido identificada; un joven llamado Xavier y un hombre que fue alcanzado por una bala perdida al momento que caminaba por la calle.
Hasta el momento, fuentes policiales tienen información de que la megabanda de Wilexis se disputa el territorio contra la banda de alias El Kandi y un grupo delictivo que se hace llamar Los Chicorrios.
Recuerdo latente
“El tiroteo fue muy fuerte, fue como a las 10 de la noche, ya a esa hora la gente dormía y yo también, pero el sonido de los disparos me despertó y como mi casa es grande corrí a una habitación que está más aislada. Ese enfrentamiento duró dos horas”, comenta *Alejandro, un joven oriundo de la parte alta de José Félix Ribas.
*En una entrevista con Efecto Cocuyo *Alejandro señala que los recientes episodios violentos le recuerdan al mes de mayo del año pasado, cuando los cabecillas de las megabandas que controlan el territorio se disputaban las zonas de José Félix Ribas.
“Era como una pesadilla, como si volviéramos a vivir esas escenas del año pasado cuando los tiroteos duraron semanas y el Gobierno se enfrentó a los malandros”, relata.
*Miriam y sus hijos también vivieron horas de terror cuando escucharon los disparos del enfrentamiento armado. La mujer que vive en la comunidad petareña señala que se escondió, junto a sus dos hijos en el baño de su casa.
“Mis hijos tienen cinco y nueve años, cuando escuché los plomos corrí y me resguardé en el baño, a mí no se me olvida como fue eso el año pasado y el poco de muertos que hubo, por lo que me aterraba que una bala perdida cayera en mi casa y pasara lo peor”, conto la mujer.
Aunque la intensidad de los tiroteos recientes no se comparan a los del año pasado, los vecinos se sienten atemorizados y alertas. “Yo voy por la calle asustado porque uno no sabe si queda en el medio de un enfrentamiento”, comentó un hombre que prefiere mantener su nombre bajo anonimato por temor a represalias.
La impunidad es la aliada de Wilexis
La impunidad y alias “Wilexis” van de la mano. Desde que se alzó con el control de la zona no hay funcionario policial ni militar que le de freno a las fechorías y asesinatos que cometen él y los que conforman su megabanda.
“Wilexis” dirige una de las bandas delictivas más peligrosa de Caracas. Su control abarca de la Zona 1 a la Zona 8 de José Félix Ribas. Entre 120 y 150 personas conforman su grupo criminal y desde 2018, los 120 mil ciudadanos que viven el barrio más grande de Petare, están bajo las reglas de alias Wilexis.
Wilexis no solo domina la mayoría de las zonas que componen José Félix Ribas. Sus influencias llegan hasta algunos sectores de barrios aledaños de Petare. Funcionarios policiales que prefieren que ni su cuerpo policial ni sus nombres sean revelados, identifican al menos ocho barrios donde el delincuente controla alguna de sus zonas: Carpintero, Julián Blanco, La Bombilla, Barrio Bolívar, 19 de abril, 24 de Marzo, 5 de Julio y San José.
La banda delictiva tiene un arsenal que va desde pistolas 9mm hasta rifles AK-47 y AR-15. La organización criminal además cuenta con un gran número de granadas fragmentarias e infinidad de municiones.
*Nombre ficticio para proteger la identidad de la fuente.