Fuente: Versión Final
De las decenas de complots denunciados por el presidente Nicolás Maduro, el que pudiera contar con mayores evidencias fue el perpetrado con drones en la avenida Simón Bolívar de Caracas, en una ceremonia militar, el pasado 4 de agosto.
Por estos hechos fueron detenidos varios venezolanos, entre ellos el diputado Juan Carlos Requesens y acusados otros más, entre ellos el exjefe del Parlamento, Julio Borges. El mandatario culpa en su mayoría a Estados Unidos, Colombia y a la oposición venezolana de planificar una salida violenta de su Gobierno, reseñó el diario El País.
Entre 2013 y 2015, Maduro denunció 17 intentos de magnicidios, luego continuó con sus acusaciones que en los últimos tres años insistió en la presencia de militares retirados y activos en los complots. Todo ese entramado de supuestas conspiraciones cobra nueva relevancia tras la información este sábado en The New York Times de que un grupo de militares pidió apoyo logístico a la Casa Blanca para ejecutar un golpe entre 2017 y 2018.
“Que nadie le abra las puertas a la conspiración ni a la fractura de la sagrada unión moral, ética, profesional y patriótica de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). ¡Exijo lealtad absoluta!”, dijo Maduro el 25 de mayo. La petición fue oída en un acto en el que, además, ordenó a los militares jurar lealtad a su figura.
El exhorto que leyó en una proclama y ordenó difundir en los cuarteles estuvo acompañado de detenciones. Entonces fueron arrestados 11 militares de laAviación, el Ejército y la Guardia sospechosos de fraguar un derrocamiento durante los comicios con ayuda de Washington y Bogotá.
Son solo una porción de los 146 militares detenidos a lo largo del Gobierno de Maduro. De estos, unos 60 se encuentran en prisión desde este año, todavía con un estatus de “activos” dentro de la FANB, según la ONG Justicia Venezolana. La mayoría son acusados del delito de traición a la patria y de presunta conspiración.
El Gobierno no solo ha aplacado a los militares descontentos con los arrestos y el proselitismo.
Maduro, sin ser militar, destaca por ser uno de los mandatarios venezolanos con mayor número de uniformados retirados o activos en su Gabinete.
Este grupo de militares controla actualmente las áreas estratégicas como la estatalPetróleos de Venezuela (PDVSA), las empresas básicas de minas, energía y el área económica.
Pero las acusaciones del mandatario no son novedosas. Las denuncias comenzaron en el Gobierno de Hugo Chávez Frías. El gobernante denunció unas50 conspiraciones planificadas desde Washington. Tras el golpe de Estado del 11 de abril de 2002, cometido por un sector de la oposición y militares, el político incrementó su persecución contra opositores y endureció su discurso contra la Casa Blanca.
Fue una arenga sistemática que prevaleció durante años, aún después de su muerte en 2013.