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Fuente: Ibis León, Efecto Cocuyo

El Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto se comprometieron a mantener una “estrecha colaboración”. Una reunión en Nueva York, el pasado 3 de junio, acercó a las partes que decidieron trabajar juntas “para denunciar las violaciones de derechos humanos en Venezuela”.

Crédito Efecto Cocuyo

Pero ¿qué implicaciones tiene esto para Venezuela?

En opinión del internacionalista Carlos Romero el enlace “le pone coto a la expansión de la tesis militarista” para solucionar la crisis que vive el país, pues ambas iniciativas apuestan por una salida pacífica.

“Este acercamiento puede favorecer la posibilidad de que se concrete un ambiente de negociación entre el Gobierno y la oposición. Hasta ahora solo hemos tenido encuentros informales, pero no una hoja de ruta para la solución”, señala.

Con “tesis militarista” el también politólogo hace referencia a la defensa de una intervención extranjera que hace una fracción de la oposición, apoyada por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Los que apoyan la salida por vía de la fuerza presionan al presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, para que active el artículo 187 de la Constitución -que da poder a la Asamblea Nacional para autorizar una misión militar extranjera en suelo venezolano- bajo el principio de Responsabilidad de Proteger a los pueblos conocido como R2P.

“El R2P es una intervención militar extranjera simulada” y no aplica para Venezuela, sostiene el profesor universitario.

Según Romero, aunque la situación del país es calamitosa, no presenta algunos elementos propios de un Estado fallido como una guerra civil.

Argumenta que por esta razón la Organización de Naciones Unidas (ONU) aún no califica a Venezuela como tal.

La Responsabilidad de Proteger (R2P) es una norma de seguridad internacional, según la cual los Estados deben proteger a los pueblos de crímenes de lesa humanidad y evaluar incluso el uso colectivo de la fuerza si es necesario, a través del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas.

El Grupo de Lima quiere integrar a Rusia, China, Cuba y Turquía para que formen parte de la solución. ¿Qué incentivos tendrían para no mantener a Nicolás Maduro en el poder?

Ellos no han mantenido a Nicolás Maduro en el poder, lo han apoyado, sí, pero Maduro se ha mantenido por razones domesticas: porque la Fuerza Armada Nacional Bolivariana lo apoya. Pero es indudable que han sido socios y deben jugar papel tan importante como el que juega Estados Unidos.

La transición es un elemento de la agenda de la oposición, no es un elemento consensuado todavía. La presión internacional no solo debe ser sobre el Gobierno de Maduro sino sobre la oposición porque hay sectores opositores que no quieren negociar tampoco.

China parece alinearse con el Grupo de Contacto y Rusia confirmó una tercera ronda de negociación en Oslo, Noruega. ¿El mecanismo propuesto por la Unión Europea tiene más chance de lograr acuerdos con estas potencias?

La única posibilidad de que haya una negociación es que se dé un consenso sobre la necesidad de llevar adelante estas conversaciones, si no hay agenda abierta, confianza ni disposición a entrar no va a haber negociación.

Hay un gran escepticismo y es culpa de ambos factores que no lograron sentarse a negociar. Los anteriores intentos desde el primer momento no generaron confianza, pero eso no quita que sean importante insistir. Existen más de 40 casos en el mundo reciente, después de la segunda guerra mundial, donde la negociación tuvo un resultado feliz.

La otra alternativa seria catastrófica para Venezuela porque sería una guerra civil. Miremos el espejo de Siria, Libia y Sudán.

El internacionalista califica las conversaciones en Oslo “como un primer paso, un primer tejido, una facilitación”.

“Son importantes aunque nunca se planteó una negociación sino crear las condiciones para ir a una negociación y todavía se está en esta fase, por eso es irresponsable que algunos actores políticos califiquen estos acercamientos como un fracaso”, argumenta.

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