31/03/08. Colombia. Los nexos entre las Fuerzas Armadas de Colombia y el cerrajero ecuatoriano Franklin Aisalia –muerto hace 30 días, junto con Raúl Reyes– no es el único caso que Bogotá ha documentado sobre vínculos de la guerrilla en otros países, y ha enviado a gobiernos vecinos para que se tomen medidas. El presidente Álvaro Uribe tiene en su escritorio un informe confidencial que documenta 43 alertas que, desde septiembre de 2004, el DAS les ha suministrado a organismos de inteligencia de 6 países suramericanos. En ellas, este organismo previene 4 veces al Gobierno de Argentina; 2, al de Bolivia; 7, al de Brasil; 4, al de Perú; 16, al de Ecuador y 10, al de Venezuela sobre la presencia de miembros y contactos del grupo guerrillero y sobre la ubicación de campamentos y hasta emisoras clandestinas instaladas en esos países. Además, intercambió 35 veces información de primer nivel sobre otras actividades guerrilleras en esos lugares. En Venezuela. En el documento –que será utilizado en el ámbito internacional– se señala que el reporte más reciente data del 15 de febrero. Ese día se le envió a Venezuela copia de la información que dieron testigos, sobre la permanencia en el país de Pedro Antonio Marín, alias Tirofijo, jefe máximo de las FARC. El 17 de diciembre de 2007, la alerta a Venezuela fue sobre la presunta presencia de Íngrid Betancourt en una finca fronteriza. El 26 de noviembre, también a través de canales de colaboración mutua, Colombia alertó a Ecuador sobre la ubicación de campamentos de las FARC en la frontera. Pese a estas advertencias, no hubo respuesta de Venezuela ni Ecuador. Investigadores aseguran que si esos llamados hubiesen sido atendidos, Colombia habría podido capturar a jefes de las FARC como Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, de cuya presencia se alertó a Venezuela, con ubicación concreta, desde octubre de 2005. A finales de 2007, el DAS les solicitó a organismos de inteligencia venezolanos información sobre la posible presencia de Íngrid Betancourt en Elorza, estado Apure. Informantes daban cuenta del traslado de la política colombiana hasta una hacienda custodiada por 300 hombres de las FARC y que sería de propiedad de Germán Briceño, alias Grannobles, hermano de Jorge Briceño, Mono Jojoy. Aunque las autoridades venezolanas reconocieron el incremento de la presencia guerrillera en Elorza, dijeron no tener información de Betancourt en ese país. Infiltrado. El ex vicepresidente José Vicente Rangel planteó que el presunto jefe de las FARC que a principios de marzo estuvo herido en un hospital en Venezuela sería un agente del Gobierno colombiano, reseñó Efe. «Todo indica que son miembros de la inteligencia colombiana que opera en territorio venezolano», dijo Rangel en su programa de televisión.