Caracas,. Chávez demuestra que teme derrota en comicios de noviembre. Analistas políticos consideran que el Presidente intenta convencer a los venezolanos de que ha dejado su política de confrontación. La intención manifestada por el presidente Hugo Chávez de normalizar las relaciones diplomáticas con Estados Unidos podría no ser más que una maniobra para obtener mejores resultados en las elecciones de alcaldes y gobernadores que se realizarán en noviembre. Al menos esa es la interpretación que hacen Demetrio Boersner y Herbert Koeneke, dos analistas políticos que han seguido de cerca los vínculos entre Caracas y Washington durante el gobierno de Chávez. El domingo se conoció que el mandatario venezolano se reunió el sábado con el embajador estadounidense Patrick Duddy. En esa ocasión, Chávez expresó su deseo de normalizar las relaciones diplomáticas y reanudar la cooperación antidrogas con Estados Unidos. «Sin duda eso forma parte de una táctica general del presidente Chávez para tratar de reducir tensiones y desarmar un poco a sus adversarios con miras a las elecciones de noviembre», observó Boersner. «Él parece haber llegado a la conclusión de que realmente el electorado venezolano rechaza los excesos de agresividad y de conflictividad, y que políticamente le sería favorable la creación de un ambiente más sereno». Boersner opinó que «en esa misma tónica» están los intentos del Presidente de la República por acercarse a los empresarios y sus gestos de cordialidad hacia el mandatario colombiano Álvaro Uribe. A la preocupación de Chávez por los resultados de las elecciones de noviembre se sumarían también las presiones internacionales y el deterioro de la situación económica de Venezuela. No obstante, el académico opinó que «esta retirada del presidente Chávez es táctica y no definitiva, más que todo para ganar tiempo, prepararse para otro momento histórico –quizás después de noviembre– y nuevas ofensivas revolucionarias». Koeneke recordó que el mandatario viene de una serie de derrotas, como el resultado del referéndum sobre la reforma constitucional, la muerte del jefe guerrillero Raúl Reyes, el descubrimiento de una computadora que parece incriminarlo como aliado de las FARC, el rescate de Ingrid Betancourt y el retiro de la ley de inteligencia y contrainteligencia de los debates de la Asamblea Nacional. «Todo esto, a unos meses de unas elecciones que el Presidente considera cruciales, está propiciando una supuesta rectificación con fines puramente electorales en un intento por mejorar una imagen que se ha deteriorado gravemente», comentó Koeneke. Fuente: El Nacional. Nación/2 Reynaldo Trombetta rtrombetta@el-nacional.com