Editorial
Foto oficial de la Mesa de Diálogo y Negociación
En la Venezuela actual, parecen existir dos realidades paralelas. La de la bonanza y el derroche económico, versus la de la crisis humanitaria, el éxodo masivo de venezolanos y la constante violación a los derechos humanos.
Resolver esta compleja dicotomía en Venezuela, parece ser el interés de unos “muchos”. Pero está en el poder de esos “pocos”, representar a los venezolanos para darle una dirección distinta al país y poder restablecer el sistema democrático.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, fue el primero en confirmar que la oposición venezolana y el gobierno de Maduro, retoman el proceso de diálogo y de negociación en México, ¿no correspondía este anuncio a las partes directamente involucradas en el proceso?
Entre tanta dispersión, ¿qué se espera entonces de este reinicio del diálogo? ¿hacia dónde girará la negociación?
Estas son preguntas que nos hacemos los venezolanos, cada vez que se reinicia la posibilidad de diálogo y negociación en Venezuela. Las respuestas, desafortunadamente, no quedan en nuestras manos. La decisión final la llevan esos “pocos”, con intereses que muchas veces no se acercan a lo que nuestra sociedad verdaderamente necesita y exige.
Sin embargo, con esta reflexión, no existe voluntad de desalentar y desanimar. Con esto, se busca promover la conversación entre nosotros, la conversación de “los muchos”, con el fin de lograr, a través de la incidencia, de las propuestas y de la participación de la sociedad civil, presencia en el proceso de diálogo y negociación para hacer escuchar nuestras voces, nuestras necesidades, demandas y aspiraciones, en la construcción de las soluciones y una visión de futuro compartida por todos los venezolanos.