Fuente: El Impulso
La incorporación de milicianos a la Guardia Nacional Bolivariana se debe a que ha mermado el número de efectivos de este componente militar porque miles han pedido la baja para evitar ser utilizados en hechos de violación de los Derechos Humanos y, otros, por estar pasando hambre y percibir bajos salarios.
Crédito Archivo IMP
Desde 2005 la partidización política ha primado en el ascenso de generales, señala la experta en materia militar.
Al anunciar Nicolás Maduro que los integrantes de la Milicia Nacional Bolivariana serán integrados a las filas de la Guardia Nacional, se debe a que éste componente de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que había crecido enormemente, se ha venido achicando.
Tal es la apreciación que tiene la Dra. Rocío San Miguel, coordinadora de la organización no gubernamental Control Ciudadano, al ser entrevistada por elimpulso.com
-¿Cómo se explica que se incorporen los milicianos a la Guardia Nacional?
-Es evidente en la Guardia Nacional ha mermado sensiblemente, afirma. Los números que en al año 2017, cuando el general Néstor Luis Reverol Torres era el comandante de ese cuerpo, él mismo decía de que éste estaba conformado por 70 mil funcionarios. Esa cifra parece haberse venido a menos de los últimos dos años..
-¿Cuántos efectivos hay en este momento?
-Las estimaciones que se tienen indican que no hay más de de treinta mil guardias nacionales, porque muchos de los efectivos abandonaron sus filas.
¿Por qué aumentó la nómina de la Guardia Nacional?
-Esa gran cantidad de tropa profesional que se alistó con la llegada de Maduro a la presidencia se debió a que claramente el ocupante de Miraflores se estaba preparando para utilizarla como fuerza de choque frente a las protestas en Venezuela.
Para el 2013 Maduro tenía clara que sólo la Guardia Nacional podría contener las protestas que entonces se visualizaban. Creció como nunca antes el pie de fuerza de la GNB.
-¿Cuándo comenzó la merma?
-Después de las protestas del 2014 y 2017 muchos de los efectivos se dieron cuenta que estaban siendo utilizados para violar los Derechos Humanos. Otros tantos miles pidieron la baja porque estaban pasando hambre en la institución con ingresos que no llegaban ni siquiera al salario mínimo.
Ante este descalabro tan grande hemos venido observando que Maduro está orientando su política de sustituir a efectivos de la fuerza armada no sólo en la Guardia Nacional sino en otros componentes por la llamada Milicia Nacional Bolivarian.
-¿Resulta preocupante que sean los milicianos los que ahora sean más activos que los propios guardias?
-Esto debe advertirse como un hecho muy grave por dos razones fundamentales: primero, la Milicia Nacional Bolivariana no existe en la Constitución de Venezuela y segundo, tal propuesta fue rechazada en el referendo constitucional del 2 de diciembre del 2007.
Pero hay más: la Milicia Nacional Bolivariana es la más poderosa arma política partidista con la que definitivamente se va a destruir a la Fuerza Armada Nacional.
La razón es obvia: un miliciano puede estar inscrito en la organización política y solamente basta conocer los lemas de la propia milicia para tener muy claro a qué partido están afiliados todos ellos.
Al respecto conviene señalar, dice la Dra. Sanmiguel, cuán grave es el problema de la partidización en el seno de la instituciòn castrense.
-Usted ha hablado de la partidización de los militares. Concretamente, ¿Cuándo arrancó ese proceso?
-Esa partidización comenzó en el año 2005. Desde entonces para ascender a general hay que manifestar lemas políticos en sus funciones,
Esta formación política partidista que es la Milicia Nacional Bolivariana se apunta hacia las bases de la pirámide de la Fuerza Armada. Se cierra el círculo.
Dentro de esos catorce años de partidización militar en los planes de control de la población los opositores, son vistos como enemigos. Esto ha quedado revelado en muchos planes operativos de la FANB.
Señala la Dra. San Miguel que mediante la utilización de la Milicia Nacional Bolivariana está el proyecto de destrucción de la Fuerza Armada profesional y su conversión en un brazo armado de la revolución
-¿Cuántos milicianos hay en estos momentos?
-Maduro insiste en que tiene un millón de milicianos. Está utilizando cifras de empleados públicos que están utilizando como milicianos. Esto no es un juego.
Nosotros vemos a milicianos uniformados en el Metro, en los hospitales, en las marchas y en el centro de Caracas. Algunos de ellos son muy mayores pero con capacidad de ser considerados combatientes entrenados.
Son unos treinta mil. El resto son disfrazadas de milicianos cumpliendos funciones política partidista de manera uniformada. Esto es un concepto útil para la revolución. Estas personas son un brazo armado. Son también contingentes de individuos que pasan a estar bajo régimen militar y en sí mismos controlados por esa vía, bajo una unidad del Área de Defensa Integral, de las cuales existen 99 en todo el país que representan más de 1300 parroquias.
Observa la Dra. San Miguel que en material militar lo más perverso que ha hecho Maduro es la reforma de la Ley de la Fuerza Armada Nacional, en el 2014. en la cual estableció que cuando hay estados de excepción, como el que nos encontramos desde hace cuatro años en Venezuela, los milicianos pasan a integrar la FANB.
Al ser integrados pasan a percibir salario, lo cual constituye una carga presupuestaria para el Estado venezolano. Y eso le resta recursos a la propia institución militar.
Claramente es una manera de repartir dinero por la vía de la milicia, teniendo a esa personas dependiente de un régimen militar. Así es como operan las dictaduras de corte militaristas.
-¿Tienen los milicianos venezolanos la misma formación de los milicianos cubanos?
-En cuanto a la ideologización se encuentran bajo los mismos parámetros porque obedecen a la formación partidista. En torno a la formación militar no crea que sea óptima. Se ha demostrado en los ejercicios que no tienen capacidad para ser considerados combatientes.
-¿Esa es la diferencia?
-En Cuba toda la población es miliciana- En Venezuela es la ruta que quiere dibujar la revolución.