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Fuente: Efecto Cocuyo 

La revista colombiana Semana, reveló, en un reportaje publicado este sábado 7 de septiembre,  las presuntas relaciones formales que existen entre el Gobierno de Nicolás Maduro con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para «perpetrar ataques en Colombia».

Crédito Referencial

Según documentos a los que Semana habría tenido acceso exclusivo, el propio Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Ceofanb), estaría relacionado con estos grupos al punto de suministrar armamento, alimentos, protección y entrenamiento.

De acuerdo con la revista, el almirante Remigio Ceballos, comandante del Ceofanb, habría comunicado el 9 de agosto a las fuerzas militares que, por orden de Nicolás Maduro, «deberán evitar entablar enfrentamiento con personal de los grupos rojos (guerrillas)» y «brindar apoyo logístico y entrenamiento”, además de «garantizar los derechos humanos y satisfacer necesidades básicas de higiene y alimentos”.

Este documento indicaría que la orden de no atacar y ayudar a los guerrilleros comenzaría a partir de las seis de la mañana del 10 de agosto. Dos semanas después, el 29 de agosto, apareció el  video de Iván Márquez y los demás disidentes de las Farc para anunciar su regreso a las armas.

Semana también calculó que, según los datos que manejan de los archivos secretos que obtuvieron, habría alrededor de 2 mil guerrilleros en Venezuela, «de los cuales entre 15 y 20 por ciento son ciudadanos venezolanos, reclutados por estos grupos».

Además,  de acuerdo a datos de la inteligencia venezolana, el gobierno de Maduro conocería a detalle la ubicación de los campamentos del ELN que «prácticamente, se encuentran en todos los estados de Venezuela».

Ataques a Colombia

Según el reportaje de Semana, existiría una alianza entre la inteligencia del gobierno chavista y las guerrillas para perpetrar «ataques estratégicos a la infraestructura colombiana, así como instalaciones gubernamentales, militares, puertos, aeropuertos, puentes y carreteras».

«Lo posiblemente más grave, es el alto grado de detalles y conocimiento de los blancos en territorio colombiano (…) Resulta muy llamativo que en este caso en particular los servicios de inteligencia y las Fuerzas Militares venezolanas cuenten con la guerrilla como parte fundamental de sus planes de inteligencia y brazo armado».

Semana también reveló que poseen dos documentos titulados “Zamora” y “Centauro negro”, en los cuales las FANB diseñaban un plan de defensa ante una supuesta invasión imperialista de Estados Unidos desde Colombia.
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