Fuente: Segundo Enfoque
Una vez más, la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro crece y aísla a sus miembros. Ante esto, uno de los hombres de confianza del mandatario, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, manifestó su rechazo a las sanciones que la Unión Europea impuso a 11 funcionarios del gobierno venezolano.
Crédito Segundo Enfoque
Padrino catalogó tales acciones de la UE como “deleznables” e “ilegales”. De hecho, a través de sus redes sociales mostró su solidaridad con los funcionarios involucrados, en especial con aquellos que el militar considera que “han defendido con fortaleza la paz de Venezuela”.
Expresó que alinea su postura con la expresada por la Cancillería de la República en un comunicado, que reza lo siguiente: “La Unión Europea atenta contra la paz política en Venezuela al inmiscuirse en sus asuntos internos y empeñarse en aplicar medidas coercitivas contra la tranquilidad y el diálogo entre los venezolanos”.
La función de Padrino López frente a la Unión Europea
Padrino López es el aliado militar de Maduro, encargado de mantener la cohesión en la cúpula de poder de la Fuerza Armada que le es leal al presidente, todo esto a pesar de la grave crisis política, económica, social y humanitaria que vive el país.
De igual forma, el Gobierno profundiza su política exterior aislacionista, comandada por el canciller Jorge Arreaza, quien también se pronunció en su cuenta de Twitter sobre las sanciones de la UE.
“Venezuela rechaza categóricamente la agresión continuada e injerencista de la Unión Europea al pretender imponer medidas restrictivas contrarias al Derecho Internacional, contra altos funcionarios del Estado venezolano. La UE confirma así su total subordinación a Donald Trump”, publicó.
Por su parte, Padrino López tiene la tarea de promover desde la Fuerza Armada Nacional una posición de unánime rechazo hacia las acciones diplomáticas de Estados Unidos y la Unión Europea sobre el Gobierno de Maduro.
Padrino es el único funcionario que Maduro no ha cambiado de cargo en su gabinete durante los últimos cuatro años.
Y es que a pesar del descontento que existe a lo interno del Ejército venezolano con la gestión del presidente Maduro, Padrino tiene el reto de evitar que se genere una implosión militar que desemboque en un eventual golpe de Estado.