No hay hasta ahora pronunciamiento oficial de lo sucedido en Barrancas del Orinoco

Fuente: El Periódico de Monagas

Después de las 6:00 de la tarde todos comienzan a resguardarse

Habitantes de Barrancas del Orinoco, al sur de Monagas, no solo reportaron  los momentos de terror que les tocó vivir en las primeras horas año, cuando se desató la violencia. Hoy, de forma anónima y por su seguridad, dicen que Barrancas ha vuelto a una “calma relativa” luego que se desplegaran los efectivos policiales y castrenses.

“Algunas personas salieron hacer sus actividades cotidianas; varios comercios y supermercados abrieron, pero el transporte no está funcionando”, aseguró una fuente.

Agregó del mismo modo que “en cada esquina del pueblo hay una alcabala y piden papeles a todo aquel que se moviliza bien sea caminando, en bicicleta, moto y vehículos”.

Explicó que desde las 3 de la tarde del primero de enero no han escuchado más disparos, es decir, van 48 horas que cesó el fuego.

Algunos lugareños han salido de sus casas a visitar a sus parientes más cercanos para conocer cómo se encuentran, “pero no se puede ir muy lejos. Hay miedo que vuelva a ocurrir algo similar y estemos en la calle”.

“Es la primera vez que pasa algo así. Después de las 6:00 de la tarde ya nadie está en la calle, la gente prefiere resguardarse temprano”, dijo.

Finalmente acotó “hay mucho incertidumbre en el pueblo por la falta de información oficial, nos sentimos presos en nuestras propias casas”.

Despliegue

Este domingo la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) informó vía Twitter del despliegue especial en el municipio Sotillo para devolver la tranquilidad al pueblo. Hasta el momento ha sido la única información oficial que se ha manejado.

Se conoció de manera extraoficial que comisiones del Cicpc, Polimonagas, CONAS y de la DGCIM se encuentran realizando labores de inteligencia.

Se espera en las próximas horas el pronunciamiento del Gobernador Ernesto Luna y del jefe de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) 52, para conocer mayores detalles del suceso que marcó el inicio del año 2022 en Monagas y parte del sur y este del país.