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Fuente: La Patilla María Eugenia Díaz

Más de 80 indígenas, 30 de ellos menores de edad, pertenecientes a la comunidad San Isidro de la comunidad jivi llegaron el pasado miércoles 9 de febrero, al departamento colombiano de Arauca, luego de huir del conflicto armado en el estado Apure.

Crédito: La Patilla

Actualmente, los miembros de esta comunidad indígena se encuentran apostados en el sector del Fórum Los Libertadores donde denunciaron una vez más que se vieron obligados a salir de sus casas en Puerto Páez y La Macanilla, por la presión del grupo subversivo del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Antes pernoctaron en la plaza Boyacá, en Guasdualito, frontera con Colombia, donde algunos durmieron en chinchorros y aseguraron ameritar asistencia por parte de los entes gubernamentales.

Juan García, coordinador regional de FundaRedes, denuncia en su cuenta de Twitter la situación de precariedad en la cual se encuentran los venezolanos obligados a desplazarse desde Apure hacia Colombia.

“Con todos los desplazados de Puerto Páez Apure al Vichada de Colombia, la respuesta política no solo ha sido pobre, sino nula. Atrae más el Koki que el desplazamiento de cerca de 1.500 ciudadanos por el conflicto de las Farc y el ELN”, escribió el también exdiputado de la AN.

En los meses de enero y febrero de 2021, se conoció que un total de 51 adultos, incluida una embarazada y 28 niños, salieron de su comunidad originaria, luego se desplazaron hacia San Fernando, capital del estado Apure. Posteriormente, se mantuvieron durmiendo a orillas del río Matiyure, municipio Achaguas. Luego este mismo grupo de indígenas jivi durmieron en chinchorros colgados a los árboles de la plaza Boyacá, en Guasdualito, municipio José Antonio Páez, cercano a la población de El Amparo que limita con el departamento de Arauca.

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