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Fuente: Noticiero Digital / Sofía Nederr  

A partir de la llegada del presidente Nicolás Maduro al poder, en 2013, las acusaciones contra militares, de distintos grados, por participar en presuntas conspiraciones han sido reiteradas. Desde 2014 hasta hoy, 8 generales han sido detenidos en medio de investigaciones que adelantan los tribunales castrenses. Los altos oficiales forman parte del grupo de 153 uniformados que han sido privados de libertad.

´Crédito AVN

De acuerdo con la lista enviada por la Organización No Gubernamental Justicia Venezolana a la Comisión de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional, dentro del grupo de los generales acusados de rebelión están el Mayor General Miguel Rodríguez Torres, exministro de Interior y Justicia; el General de División Raúl Isaías Baduel, quien fue Ministro de la Defensa de Hugo Chávez; el General de Brigada Ángel Omar Vivas Perdomo; el General de Brigada Ramón Lozada Saavedra; el General de División Pedro Naranjo Suárez; el General de Brigada Nelson Morales Guitián; el General de División Edgar Bolívar Ramírez y el General Oswaldo Hernández.

En la semana del 20 de mayo fueron detenidos los Generales Naranjo Suarez, Director de Desarrollo Nacional de la GNB, y Morales Guitián, quienes permanecen en la Dirección General de Contrainteligencia Militar en Boleíta.

Ambos fueron acusados de delitos que han coincidido con el grueso de los señalamientos a militares de todos los grados activos y retirados: Instigación a la rebelión, Traición a la Patria y contra el Decoro Militar. La imputación fue hecha el 27 de mayo pasado por el Tribunal Militar Primero de Control, a cargo de la capitana Claudia Carolina Pérez de Mogollón, y los oficiales fueron vinculados a una causa en la que están otros 6 uniformados y un civil.

El General Oswaldo Hernández, detenido en mayo de 2014, fue condenado a 8 años y 7 meses de prisión por rebelión. Actualmente padece de cáncer y su familia ha pedido ayuda para comenzar el tratamiento de quimioterapia. Solicitan le sea otorgada una medida humanitaria.

Aislamiento y protección

Al General Raúl Isaías Baduel, considerado el preso militar más valioso, lo acusaron de instigación a la rebelión, en enero de 2017, cuando estaba a punto de cumplir su sentencia de 7 años y 11 meses por sustracción de dinero de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, contra el decoro militar y abuso de poder. Hoy permanece en La Tumba del Sebin y sus familiares estuvieron 13 semanas sin saber de él.

Sobre el Mayor General Miguel Eduardo Rodríguez Torres, detenido en marzo de este año, además de la imputación por rebelión, pesa el delito de espionaje. Aunque el Tribunal Militar Primero de Control fijó como sitio de reclusión la cárcel de La Pica (Monagas), el exjefe de inteligencia permanece en la Dirección General de Contrainteligencia Militar en Boleíta.

Fuentes castrenses aseguran que no fue trasladado a la cárcel en Monagas por orden del Ministro de la Defensa, General en Jefe Vladimir Padrino López, que es su compañero de promoción en la Academia Militar del Ejército, y quien lo habría protegido para que no cambiaran las condiciones de su reclusión.

En arresto domiciliario

Durante las excarcelaciones ordenadas por la Comisión de la Verdad de la ANC, a principios de junio, el único militar beneficiado con medidas cautelares fue el General Ángel Omar Vivas Perdomo, quien estaba recluido en el Sebin y hoy permanece bajo arresto domiciliario.

El oficial, que fue perseguido desde que se opuso a la imposición del lema “Patria, Socialismo o Muerte”, fue operado tras su salida de El Helicoide. Detenido en 2014, fue imputado por sedición, instigación a la rebelión y traición a la patria.

“Lo de las fracturas en la columna del General Vivas todavía no se ha atendido como quisiéramos ya que lo prioritario, después de un año y 2 meses de haber recibido golpiza de DGCIM, era que lograra orinar sin problemas y evitar el estrangulamiento de las 3 hernias atascadas que tenía”, informó la esposa del oficial, Estrella Vitora, en su cuenta de Twitter.

Vivas Perdomo y el General Ramón Lozada Saavedra tienen en común que permanecen recluidos en sus casas. Lozada Saavedra fue llevado a su domicilio en marzo de este año, luego de que la juez le otorgó una medida humanitaria por presentar un delicado cuadro de salud: Peso de 43,800 kgs, hipertensión arterial, Diabetes Mellitus Tipo 2 y Trastorno Mixto de Ansiedad y Depresión. El oficial fungió como Director de Personal del Ministerio de la Defensa en los tiempos que Baduel dirigía el despacho castrense.

Torturas

“Yo le pregunto al Ministro de la Defensa: ¿Va a permitir que la Fuerza Armada se destruya?”, dijo Leonela Difuri de Medina, esposa del Teniente Coronel Henry José Medina Gutiérrez. Difuri denunció ante la Asamblea Nacional las torturas, tratos crueles e inhumanos a los que habría sido sometido su esposo luego de su detención el 2 de marzo de este año.

Medina Gutiérrez, comandante del 802 Batallón de Apoyo Logístico GB Juan Antonio Paredes en San Cristóbal, fue aprehendido los días en que también detuvieron a varios de sus compañeros de promoción de la cohorte de 1999 del Ejército, entre ellos, el comandante del Batallón Ayala.

Leonela Difuri de Medina aseguró su esposo fue víctima de ensañamiento y que los primeros días de su reclusión en Ramo Verde “colocado en una celda de castigo “tigrito” de 1X2 metros junto a otras 14 personas. Allí debía defecar y hacer todas sus necesidades”. Dijo que el oficial tiene que convivir con delincuentes comunes y en condiciones precarias.

Relató que el comandante, al igual que al resto de los detenidos castrenses, lo mantuvieron varios días aislados, además de ser sometido a un proceso sin garantías y sin respeto al debido proceso. Contó que cuando una comisión de la Dgcim llega a una unidad militar la reacción general, desde los oficiales superiores hasta los subalternos, es de temor porque arrastran con todo, desde el decomiso de los teléfonos celulares.

 

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