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Fuente: Mariángela Velásquez /  Efecto Cocuyo

La mediación de Noruega ha resultado útil para reunir bajo el mismo techo a los representantes de Nicolás Maduro y a los negociadores de los partidos políticos de la oposición democrática para avanzar hacia una transición política que alivie el sufrimiento del pueblo venezolano.

Crédito Efecto Cocuyo

La Ministra de Asuntos Exteriores, Ine Eriksen Søreide, informó el 2 de agosto que los «actores políticos de Venezuela continúan las negociaciones iniciadas en Oslo en el marco de una mesa que trabaja de manera continua y expedita» . Agregó que las «partes han reiterado su voluntad de avanzar en la búsqueda de una solución acordada y constitucional, enfocada en el bienestar del pueblo venezolano».

Søreide pidió, al igual que en un comunicado anterior, que las partes «sean prudentes en sus acciones y declaraciones con el fin de permitir que las negociaciones puedan llegar a resultados».

El politólogo noruego Leiv Marsteintredet, profesor de política comparada de la Universidad de Bergen, expresó sus impresiones sobre el proceso.

¿Tienes una hipótesis de los elementos claves que podría facilitar Noruega para salir de la crisis política en Venezuela?

No es que Noruega tenga una fórmula mágica para encontrar una solución, una salida o solución de la situación trágica de Venezuela. La tienen que encontrar las partes del conflicto. Dicho eso, la experiencia del equipo negociador de Noruega podría ayudar para apoyar y ayudar a la oposición y el gobierno a encontrar una solución. Además Noruega tiene la ventaja de haber conocido bien al gobierno de Maduro a través del proceso de Colombia y obviamente también ha ganado la confianza de la oposición. Y para el rol negociador en general, Noruega se beneficia por ser un país pequeño que no representa ningún desafío ni amenaza a nadie y por ser un país muy respetado en el mundo.

¿Cuál es la relevancia del secreto en este tipo de acercamientos para lograr salidas a una crisis política?  Investigadores noruegos aseguran que los contactos con los actores colombianos comenzaron años antes de los anuncios de las negociaciones de paz en Colombia. De lo contrario no hubiera funcionado. ¿Es posible mantener la discreción con interlocutores venezolanos?

Mantener las negociaciones secretas es muy importante, cosa que ha subrayado la ministra exterior de Noruega en sus últimas declaraciones sobre el proceso. Es importante por varias razones: primero ayuda a las partes hablar sinceramente en las negociaciones, y si se observa que nadie habla del proceso, ayudaría a fortalecer una confianza entre las partes.  Ayuda también a las partes a tomar y negociar posiciones posiblemente impopulares entre los seguidores de cada parte del conflicto. Eso es importante porque si se mantiene el secreto en el proceso, se podría «vender» las partes negativas de un acuerdo argumentando que los beneficios de una transición son más importantes de los costos.

Si solo sale a la luz los costos durante una negociación antes de llegar a un acuerdo, aumentaría la impaciencia y la crítica al proceso. En cuanto a sí es posible mantener el secreto entre las partes, si las partes son sinceras de la negociaciones, sería posible mantener el secreto. Pero si unas de las partes solo participa para debilitar al otro, entonces no sería posible mantener el secreto. De hecho, he llamado al gobierno y al equipo negociador noruego ingenuos porque me parece que no han entendido los intereses «spoilers» que existen en ambos lados (aunque me parece más así con el grupo de Mauro que con la oposición).

Rocío San Miguel, experta en el tema militar y defensora de Derechos Humanos, sostiene que la Fuerza Armada Nacional ha sido excluida en todos los procesos de negociación política entre la oposición y el gobierno en estos últimos veinte años.  Ella afirma que cualquier negociación sobre la transición en Venezuela debe incluir este tema expresamente, por lo menos dentro de cualquier mecanismo de gobernanza transitoria que se acuerde y que «lo militar/FANB»  es una variable determinante para una transición en Venezuela. ¿Piensas que el modelo de negociación noruega está tomando en cuenta este factor?

Primero, estoy totalmente de acuerdo con Rocío San Miguel en esto. El factor militar es clave, no solo por la importancia de la institución en Venezuela hoy en día, sino porque es difícil ver que Maduro y su gente aceptaría una salida negociada sin que produzca una brecha anterior entre los militares y el gobierno de Maduro. Si no existe una fuerza (que podrían ser los militares o una presión internacional) que le presente a Maduro una alternativa diferente al statu quo si no se produce una transición, difícilmente habría un acuerdo porque el gobierno de Maduro no tendría incentivos para dejar el poder de manera negociada.

A la pregunta es difícil saber qué se habla detrás de las puertas cerradas, pero los militares o los intereses de los militares deberían de estar representadas en las negociaciones no por razones democráticas sino porque representa una ente fáctico de poder y porque posiblemente podría ser una institución más interesada en una transición que el gobierno, y que podría forzar al gobierno aceptar un acuerdo si este último no quiere aceptarlo. De momento parece que no tiene esa representación y eso obviamente puede representar un problema para las negociaciones.

Activistas de derechos humanos han comentado la gran carga emotiva en los encuentros de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, con los familiares de manifestantes muertos y heridos en protestas, y los familiares de los presos políticos y militares. ¿Qué aspectos no son negociables en relación a la violación de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad?

Como noruego no me corresponde a mi decir cuáles puntos son negociables o no. Este es un tema para los venezolanos que han vivido bajo el régimen de Maduro y las víctimas de tantas violaciones de derechos humanos. Dicho eso, es obvio que los venezolanos tendrían que hacer sacrificios enormes en cuanto a justicia si quieren que la oposición llegue a un acuerdo con el gobierno.

Eso incluiría amnistías generales y que los representantes del régimen se quedarían con los recursos que se han robado. Pero, hay que entender (y eso lo sabe muy bien el equipo negociador noruego) que existen límites legales, especialmente internacionales, a las amnistías, cosa que pondrían limites reales a lo que se puede negociar. También tanto la oposición como el gobierno sabe que cualquier amnistía sería difícil de sostener luego de un posible acuerdo. La experiencia de otros países muestra que amnistías durante una transición son difíciles de sostener.

¿Cómo podemos explicar el interés de Noruega al ciudadano común ? ¿Qué le digo a la gente que me dice que no cree que los noruegos están intentando resolver este conflicto sólo porque quieren promover la paz en el mundo? ¿Qué les decimos a los que piensan a los noruegos les interesa sacar algo más todo esto?

De fondo Noruega, como un país pequeño, está interesado en un mundo internacional apegado a reglas internacionales porque eso es su mejor protección. Regímenes democráticos son más propensos a seguir las reglas internacionales y por lo tanto hay un interés en una transición en Venezuela. Existen otros intereses obviamente.

El interés en el éxito del acuerdo de paz también le lleva a Noruega involucrarse en el tema venezolano ya que difícilmente Colombia pueda implementar esos acuerdos si el país vecino está en crisis, ya que por la cantidad de migrantes le quedaría menos recursos para implementar este acuerdo. Y por la anarquía dentro de Venezuela el establecimiento de ELN, entre otros, también presenta retos al acuerdo de paz en Colombia. Obviamente Noruega, a través de Equinor, tiene inversiones en Venezuela, pero son menores y pocas y no afectarían los intereses noruegos en Venezuela.

Existen teorías de conspiración sobre supuestos intereses petroleros en Venezuela y que eso crea intereses por obtener beneficios petroleros por involucrarse en este proceso. Esto es una teoría de conspiración que no hay que tomar en serio. En cuanto a nuestro interés en promover la paz, es posible que existe ese interés y que sea más fuerte que encontrar soluciones en Venezuela, pero poco probable que eso haya influenciado nuestro intereses en este caso. Noruega es y sigue siendo uno de los países del mundo con muy buena reputación a nivel mundial y no creo que arriesgarían su buena imagen promoviendo otros intereses que no sean producir una solución en Venezuela.

El trabajo es cortesía de Mariángela Velásquez y tomado de su blog. Forma parte de una serie de trabajos que ha titulado Notas desde Oslo que están disponibles en el blog http://www.mariangelavelasquez.com.

 

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