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Fuente: Sumarium.es

David Smolansky era alcalde de El Hatillo, un municipio de casi 60.000 habitantes del área metropolitana de Caracas, cuando el 9 de agosto de 2017 fue destituido y condenado por el Tribunal Supremo de Venezuela a 15 meses de prisión por no reprimir las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro.

Crédito: Sumairum.es

Entonces se escondió y 35 días después salió de su país a través de Brasil. Desde octubre vive en Washington y su nombre se ha ido haciendo cada vez más conocido desde el exilio estadounidense.

Fue uno de los cuatro opositores venezolanos que el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, citó en su reciente discurso en la OEA, donde llamó a Maduro a suspender las elecciones del 20 de mayo y a los socios regionales, a aumentar la presión sobre el mandatario venezolano.

Smolansky (Caracas, 1985) pertenece a Voluntad Popular y como Leopoldo López, líder de la formación y el político preso más destacado de América Latina, rechaza los comicios del domingo.

dpa: ¿Cómo se ve desde Washington lo que va a pasar el domingo?

Smolansky: Hay razones muy claras por las que no se puede ir (a votar) el 20 de mayo: el consejo electoral carece de autonomía, los principales candidatos opositores están presos, inhabilitados o en el exilio, la mayoría de los partidos están ilegalizados, no hay una observación internacional transparente y sigue la Constituyente en vigencia. Es un traje a medida de Maduro, buscando transitar del autoritarismo al totalitarismo. El 21 de mayo no va a ser reconocido internacionalmente.

La elección carece de legitimidad y eso va a abrir la oportunidad de nuevas manifestaciones pacíficas, más acciones de la comunidad internacional y quizá acciones de soldados de rango medio-bajo de la Fuerza Armada que son también víctimas de la dictadura, la persecución interna y la crisis económica.

dpa: ¿Dice que los comicios pueden propiciar un levantamiento contra Maduro?

Smolansky: En Venezuela es fundamental el quiebre militar para una transición hacia la democracia. Venezuela va a cambiar cuando la Fuerza Armada nacional tome una posición institucional, decida restituir el orden democrático y obedecer la Constitución, garantizando la seguridad y la defensa. Ha habido tres alzamientos policiales o militares en los últimos 9 meses. No subestimemos eso.

dpa: ¿Ha cambiado en algo su visión desde que está en el exilio?

Smolansky: Mi línea hacia el régimen ha sido siempre la misma. Creo que por eso, incluso en el exilio, Diosdado Cabello me sigue amenazando. Venezuela es una amenaza para la región. Es un régimen único en estos momentos en el planeta, un narcopetroestado administrado por militares. Manejan el negocio lícito más grande del mundo, que es el petróleo, y temas vinculados al negocio ilícito más grande del planeta, el narcotráfico. Sin hablar de cómo han innovado en lo que es un sistema autoritario. Los teóricos van a tener un reto muy grande el día de mañana para definir la dictadura venezolana.

dpa: ¿Cuál es su relación con la administración de Donald Trump?

Smolansky: Hemos tenido reuniones con el vicepresidente (Mike) Pence. También con el Congreso. Hay comunicación con la administración Trump como con la mayoría de los Gobiernos de América Latina y de la Unión Europea. Se está haciendo un esfuerzo multilateral con los países que desean que en Venezuela haya democracia. De ahí ha surgido la ‘task force’ de 16 países que van a rastrear dinero venezolano producto de la corrupción. Demuestra que el mundo tiene entre sus prioridades la crisis venezolana, que es la peor crisis del hemisferio occidental.

dpa: Da la sensación de que toda solución tenga que pasar EEUU.

Smolansky: Como en todo esfuerzo multilateral tiene que haber uno, dos, tres grandes líderes. No creo que se pueda decir que EEUU es el que lidera. Yo veo tres ejes: EEUU, la UE y el Grupo de Lima. Y hay que incorporar a países del Caribe al Grupo de Lima. En la OEA han votado a favor de la posición democrática Bahamas, Barbados y Jamaica, pero hay otros con posiciones grises. Ahí hay que trabajar.

dpa: Hay voces que piden que EEUU dé a los venezolanos la protección migratoria que se conoce como TPS. ¿Es posible después de que Trump haya cancelado la de salvadoreños, haitianos y hondureños?

Smolansky: El TPS ayudaría muchísimo a tantos venezolanos que llegan sin nada. Es una decisión del Gobierno de EEUU, y este tiene entre sus prioridades la crisis en Venezuela porque el régimen de Maduro es una amenaza a la región. Creo que esto da margen de maniobra para que el tema del TPS a los venezolanos sea tomado en cuenta

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