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Fuente: Efecto Cocuyo

Waleswka Pérez, esposa del capitán de cobeta Rafael Ramón Acosta Arévalo, quien murió el sábado 29 de junio luego ser torturado por funcionarios de Contrainteligencia Militar, aseguró que el militar no conspiraba para “eliminar” al gobernante Nicolás Maduro como denunció el ministro de Información y Comunicación, Jorge Rodríguez.

Crédito Efecto Cocuyo

“No estaba de acuerdo con lo que está sucediendo en el país, como la mayoría de la población. No conspiraba. Fue un excelente militar, muy honrado, muy buen jefe, honesto. Puede tener testimonio de sus compañeros”, dijo Pérez en entrevista con la periodista Idania Chirinos en el canal de noticias NTN 24 el pasado domingo, 30 de junio.

El pasado sábado, la abogada Tamara Suju denunció que el capitán Acosta Arévalo había sido torturado por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Cuando fue trasladado al tribunal tercero de control militar el viernes 28 de junio, no podía ponerse en pie. El juez ordenó que lo trasladaran a un centro asistencial, dónde murió en la madrugada del sábado. Su abogado, Alonso Medina Roa, confirmó su fallecimiento.

Es uno de los funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) detenido el 21 de junio, cuando culminó la visita de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet.

Pérez detalló algunos aspectos de la personalidad de Arévalo Acosta. “Siempre fue un hombre muy constitucional, como el militar de antes, pegado a la Constitución. No estaba de acuerdo con lo que estaba pasando. Tenía dos hijos. Excelente como padre, esposo, amigo, en la vida diaria, excelente ser humano, en su trabajo también”. Comentó que su esposo tenía miedo, pero nunca se imaginó que las consecuencias de pensar diferente “llegarían a esto”.

Última conversación

La última conversación que sostuvo Pérez con su esposo fue el 21 de junio. El capitán Acosta Arévalo iba a una “reunión social”. Le preguntó cómo estaba y cómo se encontraban los niños (tiene dos hijos). Pérez le pidió que avisara cuando saliera de la reunión.

Luego, no tuvo más contacto con el capitán. En el trascurso del día, le extrañó que Acosta Arévalo no se había comunicado con ella. Hizo varias llamadas, le envió varios mensajes, hasta que “personas ajenas” le informaron que se lo habían llevado encapuchados del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y Dgcim.

“Voy a seguir luchando. El nombre de mi esposo siempre ha estado en alto y lo voy a mantener. Él no está, pero voy a seguir yo. Exijo que me devuelvan el cuerpo de mi esposo”, dijo Pérez, quien agregó que quisiera que un profesional particular le practique una autopsia y que teme por su integridad y la de sus hijos.

 

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