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Fuente: 2001

La adquisición de equipos y armamentos militares también se resiente con la crisis, aunada a las iniciativas de embargo tomadas por actores claves en ese mercado.

Crédito Cortesía -2001

No obstante Venezuela mantiene su status de buen comprador en la región, haciendo mercadito en casa de sus aliados rusos y chinos.

De las cifras dan fe el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SI- PRI) y la subrayan la ONG venezolana Control Ciudadano.

Soberanía en peligro. El reiterado argumento de la guerra económica sostenida desde el extranjero con complicidad criolla y la inminencia de una acción militar contra las instituciones, sirve de nuevo para tratar de justificar el dispendio.

Será inapropiado entonces que el día de hoy, consagrado internacionalmente a la reducción del gasto militar, las autoridades hablen del asunto, aún, bajo las justificaciones que le ha endosado a su política en “busca de la paz”.

Aumentos. Con el giro que toma el legislativo tras la aparición de la Asamblea Nacional Constituyente, el Ejecutivo se sintió liberado a cualquier bloqueo que viniese de la Asamblea Nacional electa en diciembre de2015, justo el año en que el gasto en el área militar se incrementó en un 232%.

Es decir, pasó de 33 millardos de bolívares, a 85,3 millardos en solo un año, esto según el presupuesto de la nación, el último presentado ante ese organismo.

Esa cifra convirtió a Venezuela en el segundo país latinoamericano con más importaciones de armas, detrás de México, según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).

Malos ejemplos. Pero no solo hay que halar orejas al presidente Nicolás Maduro, muchos de sus colegas han incurrido en las mismas desviaciones para convertir a la región en una de las más proclives a armarse, en especial Colombia.

Así, el Día Mundial de la Reducción de los Gastos Militares no se celebrará en la región, pero si muchas ONG le recordarán a sus dirigentes, las verdaderas prioridades.

El nuevo pana. La negativa de Washington de surtir repuestos y armamentos al Gobierno de Chávez, le abrió el apetito de otros mercados.
De esa fecha, se remontan los pedidos de helicópteros MI-17V5, MI-35V2, MI-26T2 de las fábricas rusas.

Poco después, en el año 2006, ambos países convinieron en montar una fábrica de fusiles de asalto Kalashnikov AK-103, únicos el Latinoamérica, y dos en la producción de las municiones calibre 7,62×39 mm.

Hace poco más de una semana, como una novedad, se anunciaba de nuevo que Venezuela produciría estos fusiles, “de vital importancia para la independencia del país y de las Fuerzas Armadas”, según expresó el general en jefe venezolano Vladimir Padrino López.

La construcción de la planta tras los acuerdos con la estatal rusa Rosoboronexport sigue “en pleno apogeo”, aunque la infraestructura iniciada en las instalaciones de la C.A. Venezolana de Industrias Militares (Cavim), en Maracay comenzaron hace mucho tiempo.

Los retrasos podrían achacársele a un desfalco detectado por la Fiscalía rusa. Resulta que se desvío el dinero del financiamiento por parte del exsenador y dueño de la compañía contratista, Serguéi Popelniujov, condenado a siete años de prisión.

No hay. Con el paso del tiempo y los saldos de las manifestaciones de 2016 con más de 130 muertes y una represión desenfrenada, la comunidad internacional, entre ellos España y Brasil, comenzaron a bloquear los canales de aprovisionamiento de armas y material antimotines a Venezuela. Hoy se han sumado Estados Unidos y la Comunidad Europea.

Militares en todo Los gastos militares no solo se miden con las adquisiciones de equipos, asesoría y servicios de mantenimiento. La persistencia del Gobierno para consolidar la llamada “unión cívico militar” se puso a prueba en enero de este año, con las llamadas maniobras conjuntas “Zamora 200”.

El Ejército de Acción Integral Antiimperialista desarrolló su plan estratégico para responder a posibles eventos adversos o intervención extranjera que ponga en riesgo la seguridad del país. La invasión imaginaria se cortó “exitosamente” como se certificó en el alto mando militar.

Chiiito. Esos gastos y otros, desde la participación de las Fanb en la distribución de alimentos, supervisión de colas en supermercados, panaderías y demás establecimientos , no suelen exhibirse en la opinión pública, porque forman parte del secreto militar y los secretos secretos son.

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