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Fuente: Efecto Cocuyo

Han pasado 10 días. El Gobierno nacional y las autoridades locales no han podido superar las diferencias desde el sábado 8 de diciembre, cuando se vivió un tiroteo en el municipio Gran Sabana del estado Bolívar. Los protagonistas de este ataque armado fueron funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb). Un indígena murió y otros tres fueron heridos.

Crédito: Efecto Cocuyo

La periodista de la región, Pableysa Ostos, informó que para este 18 de diciembre funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y de la Fiscalía siguen en Campo Carrao. Investigan los detalles de cómo ocurrió la incursión armada dentro de la comunidad indígena Kanaimö, que se encuentra además en el Parque Nacional Canaima.

El Consejo de Caciques Generales del Pueblo Pemón mantiene en su poder armas y explosivos que incautaron a los supuestos funcionarios de la Dirección General Contrainteligencia Militar (Dgcim). Los tres hombres también siguen detenidos por los aborígenes y liberaron a dos trabajadores de Corpoelec.

Los indígenas siguen exigiendo que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se retracte de sus declaraciones en las que aseguró que el hecho respondía a un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad del Estado. Los caciques aseguran que las víctimas no estaban armadas. También exigen la presencia del presidente Nicolás Maduro.

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