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Fuente: Panampost

Con la profundización de la crisis en Venezuela, los cuarteles y los cuerpos policiales en el país suramericano han empezado a mostrar un fuerte descontento; pues los bolsillos de los entes de Seguridad no escapan de la hiperinflación y la escasez de alimentos.

Crédito Archivo VTV

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Un reportaje publicado por el Nuevo Herald, revela que dentro de la Fuerza Armada de Venezuela existe una gran preocupación debido a la “acelerada desmoralización” de las tropas; señala, además, un “alarmante aumento de insubordinación y deserción”.

“Hay malestar y hay falta de disciplina. La tropa está desmoralizada”, dijo al diario estadounidense el general Herbert García Plaza, ex ministro de Nicolás Maduro.

Según el NH, un documento interno expresa una alerta generalizada después de que el alto mando militar ordenara el acuartelamiento del 75% de la tropa.

Lo curioso es que los documentos exigen a los comandantes de las diferentes unidades a “mejorar las relaciones con el personal subalterno” y “motivarlos a mantener la lealtad al Ejército”.

Los soldados por lo general son alimentados dentro de los cuarteles, pero los problemas de escasez están llevando a la tropa a comer menos de tres veces al día, incluso cuando son las Fuerzas Armadas las que tienen la concesión de la distribución de comida en todo el país.
Según García Plaza, a las instalaciones militares solo está llegando el 60% de los servicios de alimentación, por lo que el descontento es inminente.

El periodista venezolano Javier Ignacio Mayorca informó que ante la elevada deserción, la Guardia Nacional Bolivariana decidió suspender las solicitudes de retiro.

“Todos los oficiales y todo el personal que tienen un conocimiento técnico lo que están haciendo actualmente es esperando que pase el tiempo mínimo de servicio cumplido para salir e incorporarse al sector privado, a cualquier empresa que les permita ganar más dinero, dólares si es posible”, explicó al diario.

El descontento ya no es solo en los cuarteles militares sino tambien en el cuerpo de investigaciones científicas al cual pertenecía el capitán Óscar Pérez, quien fue asesinado por la dictadura de Maduro.

Un documento del CICPC “recomienda a la oficialidad ejecutar una campaña de información dirigida al personal subalterno para contrarrestar la matriz de opinión (…) sobre la muerte de los integrantes del “grupo terrorista”.

Y es que con el pasar de los días han circulado vídeos en las redes sociales donde se demuestran las carencias de los mismos cuerpos de seguridad.

A mediados de este mes de enero, se dio a conocer otro audiovisual donde un grupo de funcionarios de la Fuerza Armada Nacional exigen “apoyo”: “Mi general, estamos pasando hambre, el sueldo de nosotros se nos va en una ida y venida a nuestras casas”; dice un soldado de la Guardia Nacional.

Pero la situación de hambre y miseria no es la única que ronda los cuarteles venezolanos; la inseguridad y criminalidad también preocupa a los cuerpos de Seguridad.

Un “radiograma” también publicado en noviembre por El Nuevo Herald revela que militares venezolanos prefieren ocultar su investidura para no ser víctimas de asaltos.

Los soldados reciben órdenes superiores de no viajar por las noches, evitar hablar por celular y ocultar su uniforme, pues se han convertido en “blanco” para la delincuencia.

En el documento publicado por el diario estadounidense, queda constancia de que la orden es “impedir frecuentar lugares de dudosa reputación” o que representen riesgo para la seguridad personal.

Criminalidad dentro de los cuarteles

Que en las Fuerzas Armadas de Venezuela exista temor por el aumento del crimen contra los funcionarios, no es la única amenaza adentro del Ejército; el pasado 31 de octubre se conoció que las fuerzas militares están preocupadas ante los altos índices de criminalidad y anarquía que, al parecer, “contagiaron los cuarteles”.

Otro documento que circuló internamente advierte que es una situación que “amenaza con salirse de control”. Allí se hace referencia a uno de los fenómenos “más preocupantes” que es el aumento del índice delictivo adentro de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

“Tan sólo en septiembre del 2017, la Fiscalía General Militar ha solicitado la apertura de averiguación penal militar a 450 tropas profesionales, de las cuales 200, corresponden al comando de la Zona Guardia Nacional Bolivariana 44 (Miranda), y 250 al comando de la zona 43 (Tazón)”, señaló el general de brigada Edgar José Rojas Borges.

El documento revela que a muchos de los funcionarios acusados por delitos en la Fuerza Armada se les conceden medidas cautelares aumentando la impunidad.

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