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Washington. Los dos jefes más importantes de inteligencia estadounidense dijeron hoy que Venezuela ha comprado hasta cuatro veces más armas de las que necesita para su defensa nacional y que el propósito sería desestabilizar en la zona a países amigos de Estados Unidos como Colombia. J. Michael McDonnell, director de la Inteligencia Nacional y el teniente general, Michael D. Maples, director de la Agencia de Inteligencia para la Defensa, formularon sus apreciaciones sobre el armamentismo venezolano en una audiencia del Comité de los Servicios Armados del Senado, reseñó AP. McDonnell dijo que Venezuela estaba ahora en busca de submarinos y misiles de defensa antiaérea y que sus compras anteriores de armas rusas, por un valor superior a los 3.000 millones de dólares, excedían en mucho las ventas y contratos de mantenimiento que el país sudamericano ha firmado con Irán, del cual estaría a su vez buscando cooperación en energía nuclear. Preguntado por el senador Mel Martínez, republicano de la Florida, qué cantidad de armas había comprado el presidente Hugo Chávez a esos mercados, McDonnell, entre cuyas dependencias se encuentra la CIA, dijo, “probablemente tres o cuatro veces más de lo que necesita”. Martínez insistió si el propósito de Chávez era “desestabilizar gobiernos vecinos amigos, entre ellos Colombia y ayudar a las FARC”, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, McDonnell respondió: “Eso bien podría serlo”. Pero, Maples hizo notar que en este punto “no hemos visto esa distribución, pero hemos tenido discusiones acerca del uso que puede dar Venezuela a ese tipo de asimetría de capacidad táctica” entre las naciones sudamericanas, y que “de alguna forma” se estaría potenciando la capacidad de defensa de la población civil. Martínez preguntó que si ello significaba que Chávez estaba preparando milicias para la defensa de su gobierno, y McDonnell respondió: “Sí, dentro del país”. Igualmente, le pidió a McDonnell una opinión sobre el pedido de Chávez de que se reconociera a las FARC como una “organización terrorista”, y el funcionario contestó: “Es un gran error. Lo hizo para buscar ventaja política pero no ha sido aceptada por nadie”. Dos desertores de las FARC dijeron en una entrevista reciente con The Associated Press que vieron a dirigentes de milicias pro Chávez que eran entrenados por insurgentes colombianos en logística, inteligencia y lectura de mapas, en una zona despejada cedida a la guerrilla por el gobierno colombiano de 1999 a 2001 para un diálogo de paz que no prosperó.

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