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Fuente: El Nacional 

Tribunales Militares
Después de 99 días detenidos, Antonio José Duque, Alexander García Hernández, Carlos Rangel Mendoza, Jhonny Pulgar y José Caraballo Molina fueron dejados en libertad por el Tribunal 13° Militar, pero con medidas cautelares, entre ellas  régimen de presentación. Se les había imputado  el delito de daño a unidad militar, establecido en la sección contra la seguridad de la Fuerza Armada del Código Orgánico de Justicia Militar.

Los jóvenes fueron apresados el 17 de mayo en La Grita, estado Táchira, cuando participaban en protestas antigubernamentales frente al Batallón de Morteros Coronel Andrés Linares.  El 7 de junio el juzgado castrense decretó medida privativa de libertad y ordenó su reclusión en la Unidad de Procesados Militares, en el Centro Penitenciario de Occidente, en la localidad de Santa Ana.

Fuentes vinculadas al caso afirman que algunos de los jóvenes aún padecen escabiosis (sarna) e incluso uno de ellos sufrió infección en un oído porque una cucaracha se le alojó en ese órgano. Como los juzgados militares estaban en receso, no hubo manera de ordenar el traslado para una revisión médica. Los familiares hicieron llegar algunos medicamentos para aliviar los padecimientos.

Luego de tres meses de espera y dos diferimientos de audiencia, los acusados decidieron cambiar de abogados defensores –habían aceptado la defensa pública militar– y el día del acto judicial los litigantes del Foro Penal Táchira se trasladaron a La Fría, sede del juzgado castrense. Sin embargo, por instrucciones militares la audiencia fue cambiada a San Cristóbal.

Los acusados admitieron el delito y la pena se redujo a menos de cinco años, por lo cual salieron en libertad.

Sin médico

En la unidad de procesados militares de la cárcel de Santa Ana se encuentran  26 personas que fueron apresadas en Zulia, Barinas, Mérida y Portuguesa durante las protestas contra el gobierno. Otras 21 fueron privadas de libertad en Táchira.

La mayoría de los que están detenidos han presentado problemas de salud. “El agua baja muy sucia y con bacterias. Eso ha provocado que tengan escabiosis y problemas estomacales. También hay muchos insectos”, señaló una fuente cercana a la cárcel de Santa Ana. Esa unidad no cuenta con médico, sino con un enfermero.

Diez personas más permanecen recluidas en el Cuartel Bolívar en San Cristóbal y en otras unidades militares del estado.

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