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Fuente: Efecto Cocuyo

La noticia le llegó con el 2017. En Año Nuevo el capitán retirado del Ejército, Jesús Marcano, se enteró de que la aeronave en la que su hijo se había embarcado el viernes 30 de diciembre no había llegado a su destino. Luego de siete días, él y los parientes de los 13 pasajeros del helicóptero del Ejército MI17V5, desaparecido en Amazonas, se mantienen positivos.

Crédito Archivo Globovisión

Crédito Archivo Globovisión

“Nuestro estado de ánimo es elevado y tenemos esperanza porque sabemos que están vivos”, aseveró el militar retirado a Efecto Cocuyo, vía telefónica. Él es el padre del primer teniente Guillermo Marcano Nieves, parte del grupo de relevo del puesto militar Coyowateri en La Esmeralda. Con él se encontraban el sargento primero Jeison Romero y los soldados Marino Alejandro y Rodolfo Gómez; y el sargento primero de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Luis Sierra Vera.

Además la tripulación está conformada por los capitanes del Ejército Griseldo Fernandez Rumbo y Otto Joaquín Alvarado, piloto y copiloto respectivamente; sargento primero del Ejército Yiber José Mujica, como ingeniero de vuelo, y el sargento primero Jonathan Inojosa en labores de maestro de carga.

Raiza Martínez, Humberto Martínez, Stefano Cayupare Martínez y una niña de 4 años de edad, son los civiles que ese encontraban también en el vuelo.

La esperanza de las familias está en que -hasta el momento- no se han encontrado señales de un siniestro: rastros de fuselaje o impactos ni turbulencias en la vegetación. “Ya está confirmado que no fue derribado, no se estrelló ni se cayó. Simplemente, el helicóptero cambió de rumbo por malas condiciones y se estacionó, pero los sistemas se apagaron”, precisó el capitán retirado.

Marcano relató que durante las primeras horas, su familia fue víctima de los rumores que corrieron en medios nacionales y redes sociales en las que indicaban que la nave había sido encontrada con toda la tripulación y los pasajeros muertos.

“Cuando nos enteramos, comenzamos a averiguar. Vimos que había muchos rumores y armamos un convoy de tres carros para salir hacia Puerto Ayacucho a confirmar lo que había ocurrido. Salimos el 2 de enero y llegamos al día siguiente a las 11:00 am”, recordó el militar que ahora forma parte de la reserva de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Cuando él su, esposa y su nuera llegaron a Amazonas, fueron hasta la sede del 521 Batallón de Infantería de Selva G/J Rafael Urdaneta y fueron recibidos por su comandante, Miguel Ángel Gallegos Matos. Todo fue aclarado: “El 30 de diciembre en la noche, los funcionarios de Puerto Ayacucho se comunicaron con La Esmeralda para saber si el vuelo había llegado. Esto no fue confirmado y fue notificado a los superiores. Al día siguiente comenzaron la búsqueda vía radar”, dijo Marcano.

Un grupo de apoyo se formó de forma automática. Los primeros familiares de los desaparecidos que llegaron a Puerto Ayacucho comenzaron a ubicar a los demás a través de redes sociales y vía telefónica. Ahora conviven juntos, algunos en casas de funcionarios que prestaron su residencia a los parientes, y se mantienen comunicados con los que no han podido llegar a través de un grupo en Whatsapp.

“Somos como 30 parientes. Faltan los familiares del ingeniero de vuelo y el mecánico”, detalló Marcano y agregó que entre todos resuelven la alimentación e hidratación. “La base aérea nos ha prestado apoyo en la medida de lo posible porque somos muchos”, acotó.

Sortear otro rumor
El  jueves 5 de enero, otro runrun comenzó a correr en redes sociales. La aparición de la tripulación y pasajeros junto a la aeronave. Dos horas después de que circuló el rumor, que además fue publicado por el gobernador de Amazonas, Liborio Guarulla, en su cuenta de Twitter, el ministro de Comunicaciones, Ernesto Villegas, dijo que la búsqueda continuaba.

Según la información que suministró el padre de uno de los desaparecidos, uno de los miembros de la operación de Búsqueda y Rescate (SAR, por sus siglas en inglés) vio desde una aeronave que por la selva caminaba un grupo de personas. Éste envió un mensaje asegurando que eran los sobrevivientes, pero luego se confirmó que se trataba de los indígenas que participaban en la búsqueda por tierra.

“Me imagino que fue por cuestiones de emoción (pensó que) los había visto. El mensaje se multiplico y eso fue lo que llegó a las redes. Pero nosotros los que estamos aquí, sabemos que no fue así. Que simplemente se tergiversó la información y los oficiales aquí nos informaron que eso no fue así”, aseveró.

Marcano dijo que la Fanb realiza los esfuerzos necesarios para ubicar a los desaparecidos, pero las condiciones meteorológicas y geográficas no lo han permitido. “Es una zona de difícil acceso. De hecho, la distancia entre la última coordenada y Puerto Ayacucho es de 12 días”, aclaró.

Especificó que 11 aeronaves y al menos 100 personas, entre civiles y militares, participan en la operación SAR e incluso cuentan con apoyo de las comunidades indígenas Yecuana y Pemón que conocen el terreno.

 

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