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Fuente: Ministerio de la Defensa 

Crédito Ministerio de la Defensa

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El 28 de marzo de 1750, desde Caracas, emanó un destello de luz y esperanza en un hombre que sería uno de los más insignes y universales venezolanos: Sebastián Francisco de Miranda.

Con una infancia a la sombra de la América Española que para entonces padecía arrollada por la injusticia y la represión, atada a un grillete esclavista de la corona ajena al olor fértil de Suramérica; fue el joven Miranda la semilla para la libertad de estas tierras.

De sueños utópicos, para muchos delirantes, miranda izó banderas y trazó horizontes de vida y combate. El Generalísimo atravesó mares y océanos; caminó entre fugaces tropiezos e increíbles victorias conociendo zares, generales, reyes, reinas y emperatrices que oyeron su rica prosa, su impecable verso.

Combatió en tres continentes: África, Europa y América. Participó en tres de los eventos más importantes de la historia universal: la independencia de los Estados Unidos, la Revolución Francesa y la Revolución independentista de Hispanoamerica. Recorrió el mundo con su visión de formar la Gran Colombia.

Su sentimiento tricolor navegó con la emblemática solidaridad libertaria y encendió el fuego que arroparía américa y rompería cadenas desde las manos de sus hermanos que empuñaron espadas y abrazaron bayonetas, asumiendo con gallardía la batalla heroica, sacrificada, justa y humana por la libertad del continente.

Cubierto de glorias por su genio militar, Miranda, ya en Caracas, se incorpora a la sociedad patriótica y posteriormente obtiene un curul en el congreso, reunido por vez primera el 02 de marzo del 1811. Desde allí, su verbo y acento convincente atrae y centra la atención en sus propuestas, neutraliza pretensiones mezquinas y debilidades del congreso… su fervor impulsa las acciones definitivas y contundentes sobre el destino americano.

Defendió vehementemente la declaración de independencia de Venezuela, a la que Simón Bolívar se pliega, y el 05 de julio de 1811 se hace parte de las rúbricas necesarias para declarar solemnemente la libertad de esta patria, que hoy continúa agradeciendo y honrando su vida, su sueño, su determinación e infinita entrega y convicción para cristalizar la soberanía de nuestros destinos.

¡Hoy, entre nosotros, sigue vivo el Generalísimo Francisco de Miranda, enérgico y destacado patriota de la tierra en la que germinan gigantes honrosos para el mundo entero!

¡Chávez vive!… ¡La patria sigue!
¡Independencia y patria socialista!… ¡Viviremos y venceremos!

Vladímir Padrino López
General en Jefe

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