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Fuente: El Nacional 

Desde que iniciaron las protestas el pasado 1º de abril y luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) emitiera dos sentencias donde asumía los poderes de la Asamblea Nacional, más de 17 ciudadanos menores de 30 años de edad  han muerto durante las manifestaciones contra el gobierno nacional, según la información suministrada por el Ministerio Público.

La represión por parte de los funcionarios de las Fuerzas Armadas hacia los manifestantes ha sido catalogada por dirigentes de la oposición y miembros de la comunidad internacional como “brutal”.

El historiador Maykel Navas explicó que históricamente se ha evidenciado que los menores de 30 años son los más afectados durante los momentos de crisis.

El especialista aseguró que estos jóvenes tienen voluntad e ideas de emprendimiento, “están dispuestos a arriesgarse;  cuando la recesión económica y la crisis llega ellos, que no tienen propiedades, que no han podido producir dinero ni empresas están dispuestos a emigrar o lanzarse a la lucha por las transformaciones”.

Navas afirmó que desde 1958 el país no se encontraba militarizado del modo en el que se encuentra ahora.

“La represión existe en todos los gobiernos, hasta en los más democráticos, el problema es cuando se reprime con la intención de matar (…) la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana buscan crear caos, intentan quitarle mérito a las protestas, crear miedo a la manifestación”, expresó  en relación a las represiones realizadas por los funcionarios policiales contra  los manifestantes.

Funcionarios en cantidad no calidad

Un funcionario de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que pidió no ser identificado, afirmó que hay efectivos policiales que tienen problemas mentales y que podrían atacar a los ciudadanos en protesta.

“Inicialmente tuvimos la necesidad de crecer, la institución creció e incorporó más personal, eso trajo problemas porque se llenaban los puestos en cantidad y no en calidad. A raíz de ese problema muchos se separaron del servicio por órdenes administrativas, sin embargo, hay funcionarios que actualmente no son aptos para estar trabajando, pero no podemos identificarlos, hasta que demuestre una actitud sospechosa”, expresó.

Asimismo, añadió que los jóvenes son los más afectados, ya que son los que tienen un espíritu de rebeldía, de no querer aceptar lo que otros les ordenan.

“La responsabilidad pasa diluida”

Una estudiante de psicología, identificada como Johanna Carballo, explicó que las personas están usando las manifestaciones como una forma de expresar malestar y disgusto

“Antes los ciudadanos actuaban de una forma sumisa, pero después de darse cuenta de que por mucho que se esfuerzan no logran tener calidad de vida, sentirse seguros, resguardados, hace que ese nivel de indefensión se escape por alguna vía”, señaló desde una perspectiva psicológica.

Asimismo, explicó que por parte de los funcionarios policiales “la responsabilidad pasa diluida” ya que se ocultan tras las órdenes que reciben de sus superiores.

Carballo señaló que las represiones de manera desmedida pueden ser ocasionadas por el poder y protección que les ha otorgado el gobierno a los uniformados.

El poder “puede hacer que nazca en ellos esa intención de querer hacer daño al otro. Las mentiras y excusas que ellos (el gobierno nacional) tejen para respaldar a los que atacan también hacen que los funcionarios se aprovechen de su posición y abusen del poder”, afirmó.

Foto: Diariolasamericas.com

En busca de la libertad

El estudiante universitario José Arellano, de 23 años de edad, aseguró estar cansado de no tener dinero y de sentir que no tiene futuro en Venezuela, ya que -a su juicio- en el país no hay oportunidades de desarrollo.

“Cuando uno está protestando olvida todo lo demás, no piensas en que pueden matarte o que puedes resultar herido durante la represión, estás soltando esa rabia acumulada durante tantos años (…) ahí no piensas en las cosas que puedes perder sino en todo lo que se puede ganar, en la libertad”, sentenció.

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