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Desde la noche de este viernes el rumor comenzó a correr por las calles de la población de Tumeremo, sin embargo, fue al amanecer del sábado cuando la noticia tomó más fuerza. Es que era imposible, que la fetidez de dos cuerpos que dejaron abandonados a pocos metros de la entrada del cementerio “viejo” de la entidad, no despertara la queja en los lugareños.

“Eran casi las 6:00 de la tarde de ayer (viernes) cuando unos tipos de PTJ vinieron y tiraron esos muertos ahí”, contó un señor de edad avanzada, que trabaja en el panteón municipal de Sifontes.

Desde las 7:00 de la mañana de este sábado, las inmediaciones del cementerio comenzaron a llenarse de curiosos que no podían digerir la información hasta verla con sus propios ojos. Aunque fue hasta casi las 11:00, cuando el equipo de médicos patólogos de la policía científica confirmaron la identidad de los occisos, desde temprano ya se predecía de quienes se trataba.

DESAPARECIDOS

Desde el domingo 3 de abril comenzó la tragedia para dos familias que hacen vida en Tumeremo. Dos jóvenes fueron raptados por un sujeto armado, que los interceptó cuando salían de la residencia de uno de ellos, ubicada en el sector Agua Fría.
En el camposanto estaban los familiares
Eran casi las 10:30 de la mañana de aquel día, cuando Ramiro De La Rosa López, de 26 años y Luis Manuel Alexander Salazar, de 21, abordaron una motocicleta y emprendieron camino a llevar dos botellones de agua hacia el fundo del padre de Ramiro. No obstante, a pocos metros de la vivienda de De La Rosa, un tipo armado los “encañonó”, se les subió a la moto y los obligó a arrancar.

Con el pasar de los días surgió el rumor, que unos vecinos del sector vieron cuando los tirotearon y los montaron en un vehículo, pero nada de esto se confirmó. Incluso, hasta último momento, el padre de Ramiro esperanzaba una llamada donde le pidieran algún monto por el rescate de su hijo.

Hasta este viernes, ambos jóvenes estaban desaparecidos y eran buscados por comisiones del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). Los medios regionales reseñaron la nota que causó revuelo en la opinión pública, porque uno de ellos (Ramiro) era sargento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y con los recientes hechos violentos que ha padecido el municipio Sifontes, cualquier cosa se podía presumir.

EL HALLAZGO

Fuentes oficiales ligadas al caso, contaron que desde tempranas horas de este viernes, comisionados del eje detectivesco iniciaron el rescate de los cuerpos. Hasta ahora, se desconoce cómo llegaron al punto exacto donde estaban enterrados, si realmente fue producto del trabajo eficaz de los sabuesos de la policía científica, o si alguien les pasó “el dato”.

Los cadáveres fueron hallados en una zona boscosa adyacente al sector Las Bombitas, en Tumeremo. Estaban enterrados, metidos en bolsas negras, cubiertos de cal y con orificios de bala en la cabeza.

Por el estado de descomposición de los cuerpos, se presume que pudieron ser asesinados hace 10 días, quizá el mismo día de cuando fueron raptados. Aún tenían algo de piel en sus extremidades inferiores, sin embargo; el torso, brazos y cabeza era una completa osamenta.

Presuntamente, los detectives del Cicpc levantaron los cuerpos y por la condición fétida, y la ausencia de familiares que los identificaran de inmediato, los trasladaron hasta el cementerio. Sin embargo, tanto dolientes como habitantes de la zona, se quejaron de las actuaciones de la institución respecto al caso.

INSPECCIÓN TÉCNICA

Con la noticia, los familiares de Luis Manuel y de Ramiro se apersonaron hasta el cementerio y apenas vieron a los cuerpos, aseguraron que se trataba de sus hijos. Poco después de las 10:00 se presentó una comisión del Cicpc para realizar los exámenes pertinentes y confirmar que se trataba de ellos.

La escena era bizarra. Bomberos de Sifontes, Funcionarios policiales y familiares, observaban como a pocos metros y sobre una tumba, el equipo de patólogos les practicaba la autopsia a los cuerpos.

Tras el examen dental, un tatuaje y una manilla en el brazo de uno de los fallecidos, se oficializó la información. Los cuerpos localizados eran de Luis Manuel Alexander Salazar, quien fue trasladado hasta Upata para darle sepultura, y el de Ramiro De La Rosa, que fue enterrado en una fosa del panteón de Tumeremo.

INVESTIGACIÓN

Los agentes del Cicpc iniciaron las averiguaciones para dar con el esclarecimiento del doble homicidio. Aunque preliminarmente se maneja que Ramiro pudo ser víctima de una venganza pasional, presuntamente, días antes de su desaparición fue amenazado por “sapear” a una banda hamponil de la entidad.

Fuente: El Diario de Guayana

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