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Rangún. El gobierno militar de Myanmar se vio presionado ayer a abrir sus fronteras para recibir ayuda internacional tras un devastador ciclón, que una diplomática estadounidense dijo podría haber ocasionado la muerte a más de 100 mil personas. El principal funcionario de ayuda humanitaria de Naciones Unidas (ONU) instó a Myanmar a prescindir de las restricciones de visas para trabajadores humanitarios y despachos aduaneros para bienes. Esos requerimientos estaban retrasando los esfuerzos por llevar a expertos en manejo de desastres y suministros para ayudar a aproximadamente un millón de personas afectadas por el ciclón Nargis, explicó. La radio y la televisión estatales de Myanmar, principales fuentes oficiales de víctimas y daños, reportaron una cifra de muertes actualizada de 22.980 con 42.119 desaparecidos y 1.383 heridos en el más devastador ciclón registrado en Asia desde una tormenta en 1991 en Bangladesh que causó la muerte a 143 mil personas. Shari Villarosa, funcionaria de la embajada estadounidense en Myanmar, dijo que el cuerpo de misiones del exterior recibió información, basada en cálculos de una organización no gubernamental internacional que se negó a identificar, de que más de 100 mil personas podrían haber muerto por el ciclón que devastó pueblos y aldeas costeras en la región del delta Irrawaddy, al suroeste de Rangún. Cláusula de protección. Con la inundada región del delta virtualmente incomunicada, la frustración va en aumento entre agencias de ayuda humanitaria y gobiernos que esperan entregar suministros. El ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, sugirió invocar una cláusula que señala la “responsabilidad de proteger” de la ONU para entregar ayuda directamente a Myanmar sin esperar la aprobación de la junta militar en Rangún. John Holmes, subsecretario general de asuntos humanitarios de la ONU, dijo que sería prematuro ya que las discusiones con el Gobierno, aunque lentas, estaban avanzando. Tailandia, China, India e Indonesia estaban enviando suministros de ayuda, mientras que Estados Unidos y Australia pidieron que la gobernante junta militar de Myanmar aceptara su asistencia. Fuente: Ultimas Noticias. Pág. 60. Caracas. 08/05/08 ********** Secuestrados por la muerte illones de víctimas del devastador ciclón Nargis siguen esperando desesperadamente la llegada a Myanmar (Birmania) de la ayuda internacional, que continúa bloqueada a las puertas del país por falta de concesión de visados. La responsable de tales actos inhumanos: La Junta Militar en el poder. El balance oficial provisional de la catástrofe que arrasó el sur de Birmania el pasado fin de semana ascendía este miércoles a más de 22.000 muertos y 41.000 desaparecidos. Según la Federación Internacional de la Cruz Roja, esta cifra ya basta para convertir a Nargis en el ciclón más mortífero que haya sufrido el planeta desde 1991. Pero el alcance total de los daños es todavía imposible de calcular. Y las pocas ONG presentes en el país, que hablan de millones de personas sin hogar, temen que el número de muertos se agrave considerablemente. Mientras tanto, crecía la frustración entre los miembros de las organizaciones humanitarias que continuaban a la espera de visados para poder acudir en auxilio de la población. Los militares, que ejercen el poder con mano de hierro desde 1962, habían aceptado el martes el principio de una ayuda humanitaria, en un gesto poco común en uno de los países más aislados del mundo. Pero el régimen había precisado que los cooperantes extranjeros deberían negociar con las autoridades para poder entrar en el país. Todo se ha retrasado. SE HACE TARDE Cinco días después del paso del tifón, no se otorgó ningún visado nuevo, afirmó este miércoles un portavoz de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Bangkok, Richard Horsey. No obstante, dijo esperar que el nombramiento de un ministro encargado de examinar las peticiones y coordinar la ayuda internacional haga avanzar las cosas. El gobierno de Myanmar al parecer alertó parcialmente a la población sobre el poderoso ciclón, pero careció de información sobre la mortífera tormenta que lo acompañó, dijo el miércoles la agencia climática de la ONU. Desde Ginebra, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCAH) anunció que la junta había autorizado la llegada de un avión que transporta material de ayuda humanitaria. La situación, de por sí urgente, se ve agravada por el temor de la propagación de enfermedades, advierten los expertos sanitarios. La población de la región de Rangún, la mayor ciudad del país, y sobre todo la del delta del río Irrawaddy, en el suroeste, necesita agua potable y refugio. “Un equipo ha visto miles de muertos en una localidad, con cadáveres en descomposición amontonados tras la retirada de las aguas”, declaró a la AFP Andrew Kirkwood, director en el país de la ONG Save the Children, muy activa en el país. “Hay 41.000 personas desaparecidas pero mucha gente piensa que la mayoría de esas 41.000 personas están muertas”, afirmó. “Y, evidentemente, hay millones de personas sin hogar, pero cuantos millones no lo sabemos”, agregó. En el suroeste del país, un reportero de la AFP informó de que decenas de miles de supervivientes llegaban lentamente a la localidad de Labutta tras haber cruzado zonas inundadas llenas de cadáveres de personas y animales. De momento, son sobre todos los habitantes, con la ayuda de monjes budistas, los que intentan limpiar las calles y carreteras. REFERENDO A LA FUERZA La Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido de la opositora y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, ya había lamentado el martes la ausencia de ayuda eficaz por parte de las autoridades. La LND también criticó el mantenimiento para el sábado de un referendo sobre una nueva Constitución, que sólo se aplazará al 24 de mayo en los 47 municipios más afectados por el ciclón. Sumándose a las cuantiosas ayudas anunciadas por numeroso países, la Federación Internacional de la Cruz Roja lanzó un llamamiento de urgencia para recaudar cuatro millones de euros con que proporcionar a los damnificados refugios de emergencia, agua, mosquiteros y otros artículos de primera necesidad. Fuente: Tal Cual. Pág. 11. Caracas. 08/05/08

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