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Bogota. El secretario general aseguró que el objetivo de la investigación no era el contenido. El organismo certificó que el Gobierno no modificó la información de las laptop incautadas a las FARC. Las especulaciones sobre la veracidad de los datos contenidos en las computadoras incautadas en un campamento de las FARC en Ecuador fueron despejadas luego de casi tres meses de estudio. La Interpol concluyó que los datos almacenados “en las ocho portátiles no fueron alterados, modificados o borrados”. El secretario general de Interpol, Ronald Kenneth Noble, inició la rueda de prensa en el salón Bolívar de la Cancillería en Bogotá. Abrió un maletín que contenía el informe final y se lo entregó al fiscal Mario Iguarán. Junto con ellos estaban el canciller Fernando Araújo; la directora del DAS, María del Pilar Hurtado; el director de la Policía Nacional, Oscar Naranjo, y otros representantes del organismo policial internacional. Noble explicó que dos expertos en informática, uno de Australia y otro de Singapur – que no entienden español para asegurar la imparcialidad– examinaron las ocho evidencias. La elaboración del informe llevó 4.000 horas. “Interpol concluye que no hubo ningún tipo de alteración de la evidencia de las computadoras luego de la incautación por parte de las autoridades colombianas. Su policía actuó de manera profesional, honorable y efectiva”, afirmó. Señaló que según las pruebas realizadas las laptop pertenecían a Raúl Reyes, aunque no explicó cómo se llegó a esa conclusión. “Nuestros expertos enlazaron 10 computadoras simultáneamente y las tuvieron operando 24 horas al día, siete días a la semana por dos semanas. Eso para poder desencriptar los 983 archivos”, precisó. El primero de marzo las Fuerzas Militares de Colombia atacaron un campamento de las FARC en Ecuador en el que murió Reyes. Desde el 4 de marzo la Interpol revisó las computadoras a petición de Bogotá. Durante los últimos dos meses se han filtrado supuestas cartas en las que se relaciona a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Ecuador, Rafael Correa, con el grupo insurgente. Tras las declaraciones de Noble, no hubo sorpresa entre los más de 100 periodistas asistentes. Era lo que se escuchaba desde la mañana en los pasillos. En contraste, el general Naranjo sonreía a medida que se alababa la actuación de la policía. Noble señaló que Interpol no estaba interesada en analizar los contenidos, sino en certificar si hubo manipulación o no por parte de Colombia. A pesar de que avaló el procedimiento aplicado por los expertos en informática forense colombianos, añadió que “se notó que entre el primero y el 3 de marzo el acceso directo a las evidencias de la unidad antiterrorista ocurrió para poder ver y descartar su contenido. Se reconoce que esto es algo que no se hace”. Informe público. El director de Interpol explicó que recibieron una carpeta con 13 pestañas, 18 documentos escritos y un CD con 41 copias que entregaron a sus expertos para que los consiguieran con palabras clave en las computadoras. Así confirmaron la información. El informe de 41 páginas será público en la página electrónica de Interpol. Sin embargo, existen archivos que sólo serán divulgados cuando Colombia decida. Al concluir las preguntas, los reporteros se abalanzaron sobre las autoridades, pero no declararon, a excepción del canciller Araújo que señaló que le corresponde a la Fiscalía analizar la información. En cuestión de minutos los pasillos quedaron desolados. Nada comparable con el ambiente horas antes de iniciarse la rueda de prensa: decenas de reporteros cruzaban la sala de manera presurosa. Todos tratando de ponerse de acuerdo entre quienes harían las escasas ocho preguntas. Uno de los favorecidos fue el político venezolano Alejandro Peña Esclusa, quien se identificó como periodista argentino. La rueda de prensa de Interpol fue la más concurrida que se ha hecho en el ministerio, se escuchó en la sede. Fuente: El Nacional. Mundo/12 Marian Marval Díaz mmarval@el-nacional.com

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