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02/04/08. San José. La presunta alianza de narcotraficantes mexicanos y guatemaltecos con militares del Ejército de Guatemala, para contrabandear municiones y armas en un país limítrofe con México y acosado por la fuerte presencia del crimen organizado internacional, comenzó a ser investigada por el gobierno del presidente Álvaro Colom. La sospecha surgió tras el arresto de un ex soldado kaibil que vigilaba una casa de seguridad que mafiosos mexicanos implicados, en una matanza ocurrida la semana anterior, rentaron en la capital. “Vamos a investigarlo”, anunció el vicepresidente guatemalteco Rafael Espada, al referirse al presunto vínculo militares-narcotraficantes. “Esperamos que el Ejército no esté involucrado”, dijo, al advertir que si se confirman las denuncias, habrá una depuración de las Fuerzas Armadas. Un ex soldado kaibil, identificado como Rubén Quib Caal y quien el 29 de enero de este año se dio de baja, fue detenido el domingo en una residencia que era alquilada por narcotraficantes mexicanos. El panorama de violencia se agravó con el asesinato el lunes del empresario turístico guatemalteco Santiago Stragá, a 800 metros del lugar donde ocurrió la matanza. Guatemala sufre la penetración de cárteles del narcotráfico mexicano, como el de Sinaloa, al que se atribuye la matanza. El delegado del cártel de Juárez en suelo guatemalteco es el mexicano Oliverio Acosta, reveló ayer Prensa Libre, principal diario de Guatemala.

 

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