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30/03/08. La Paz. El ex presidente de Bolivia Carlos Mesa cree que la crisis de su país desembocará en “confrontación y violencia” porque el diálogo político en este momento es “poco probable”, pero descarta un escenario de “guerra sostenida”. En una entrevista hoy con Efe, Mesa se mostró convencido de que el resultado de la crisis “va a ser menos apocalíptico de lo que se presume” porque “la teoría de una división objetiva de Bolivia es impensable”, aunque su análisis es que el país camina hacia una “nación federal”. Eso es lo que, según el ex presidente, “va a empezar a pasar” a partir del 4 de mayo cuando Santa Cruz, la región más rica del país y principal foco de oposición al Gobierno de Evo Morales, celebrará un referendo para aprobar su estatuto de autonomía, a pesar de que el Ejecutivo considera ilegales tanto la consulta como el texto. Mesa (presidente entre 2003 y 2005) cree que Bolivia “va a verse forzada a saltar de la autonomía al federalismo” porque parece un modelo más ajustado a las diferencias de funcionamiento interno de cada uno de los nueve departamentos del país. En cualquier caso, Mesa opina que, tras el 4 de mayo, el país debe definir si continúa con la lógica de la “esencia liberal republicana” o si apuesta por el modelo de Morales de nación basada en el pasado indígena y precolonial. “¿Cómo vamos a llegar a ese camino?, Mediante el diálogo parece poco probable. ¿Va a haber confrontación y violencia?, Sí. ¿Se va a dividir el país por ello?, No”, sostuvo el ex mandatario. Mesa considera improbable la vía del diálogo antes del 4 de mayo porque no ve al Gobierno capaz de convencer a Santa Cruz para que retrase su consulta autonomista, aún en el caso de que estuviera dispuesto a revisar su proyecto constitucional y a devolver las rentas petroleras a las regiones, dos de las cuestiones centrales que enfrentan al Ejecutivo y a los departamentos opositores. Y con un casi nulo margen para la negociación, es posible un escenario de confrontación civil, aunque Mesa recordó que Bolivia “no es un país de guerra sostenida” sino de “explosiones violentas fuertes” en periodos cortos. En estos momentos, el Gobierno está “a punto” de que la situación “se le vaya de las manos”, porque ha incurrido en una “suma de desaciertos demasiado grande” a pesar de que ganó con un 54 por ciento de los votos, tiene mayoría en el Congreso y dominó la Asamblea Constituyente. “Yo no puedo entender que (la actual situación del Gobierno) se debe solamente a la acción de la oposición, sino a un conjunto de errores internos, de cálculos, y sobre todo al gran riesgo de subestimar al adversario cuando tienes demasiado poder”, dijo el ex presidente. Carlos Mesa también criticó la política económica del Gobierno de Morales, especialmente la energética, por ser “absolutamente incoherente”. A su juicio, está “basada en una nacionalización que nunca se hizo, en la desconfianza jurídica, en cero inversiones y en el cascarón inexistente que es YPFB (la empresa estatal Yacimientos Petroleros Fiscales de Bolivia)”. “Esa suma de problemas está generando que Bolivia, por primera vez en su historia, no cumpla sus compromisos internacionales en temas energéticos, cosa que siempre hizo desde que en los años 70 comenzamos a vender gas a Argentina”, recordó.

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