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Fuente: Efecto Cocuyo

El diputado oficialista, Diosdado Cabello, acudió este lunes 19 de diciembre al estado Bolívar y su avión aterrizó en Ciudad Bolívar, donde cerca de 400 comercios fueron arrasados durante los últimos tres días. “Alguien que no haya visto las noticias viene para acá, pensará que aquí no ha pasado nada“, manifestó el funcionario sobre la situación en la localidad después de los destrozos.

Crédito Efecto Cocuyo.

Crédito Efecto Cocuyo.

Su opinión dista de la realidad. Efecto Cocuyo entrevistó a cuatro habitantes de la localidad y sus testimonios contradicen a Cabello: escombros, militarización, falta de transporte, comercios cerrados y barricadas en urbanizaciones son las secuelas que dejó este fin de semana de terror.

“Las huellas de lo que ocurrió siguen visibles. Hoy vi gente arreglando las fachadas de sus negocios, barriendo las afueras, soldando rejas, tratando de encuadrarlas en su sitio, tratando de comenzar a levantarse. Vi militares custodiando los locales que abrieron, colas larguísimas en una panadería y un comercio chino”, narró a Efecto Cocuyo en una conversación telefónica la periodista Albor Rodríguez, quien hizo un recorrido por el lugar este lunes.

El panorama que pintó con su narración la periodista, fue el de una ciudad de postguerra: vidrios rotos, basura por doquier, locales abandonados. Según los testimonios recogidos con otros residentes, las comunidades seguían alertas ante los intrusos, por eso mantenían sus murallas improvisadas con puertas, palos, rejas y otros objetos pesados que encontraron. Otros habitantes no quisieron salir, aunque la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) tenía mayor presencia en las calles.

Ese es el caso de Carmen, habitante del sector Guaricongo, quien aseguró que su familia no sale de casa desde el viernes. “No he salido porque no tengo gasolina y como está la situación me da miedo meterme en una cola para llenar el tanque. Dicen que el centro hoy está calmado, pero como vivo lejos de allí no sé qué pueda pasar”, aseveró la mujer que reside a 20 minutos del centro de Ciudad Bolívar.

Dijo que en su zona las viviendas no se vieron afectadas por los saqueos, pero una licorería que se encuentra en la entrada del sector sufrió un conato de saqueo. Agregó que fueron “los delincuentes de la zona” los que evitaron que el comercio fuera vandalizado.

En su comunidad no hicieron barricadas, pero sí se mantuvieron alertas todos los días y se intercambiaron los números de emergencia. No hicieron patrullaje por las calles, por miedo a ser agredidos.

“Los rumores eran horribles y la información de otras familias como las de Agua Salada y Los Próceres era que estaban intentando saquear casas. Estábamos alertas de algún incidente, algún ruido inusual, motor de moto y de personas en la calle”, especificó Carmen.

El representante de Provea en el estado Bolívar, Oscar Murillo, aseveró que hasta el lunes en la tarde no tenían reportes confirmados del ingreso de grupos violentos a las casas.

Los disturbios que tomaron a varias ciudades en Zulia, Táchira, Apure y Bolívar, comenzaron el viernes 16 de diciembre, cuando los bancos y comercios dejaron de recibir los billetes de 100 bolívares porque según el decreto presidencial este papel moneda sería válido hasta el jueves 15 de diciembre.

Nicolás Maduro, mandatario nacional, le dio un plazo de 72 horas a los más de 30 millones de habitantes de Venezuela para que cambiaran o depositaran sus billetes marrones, que según cifras del BCV representaban más del 47% del circulante nacional. Luego, solo podrían meterlos en sus cuentas bancarias a través del Banco Central de Venezuela, en Caracas.

“Creo que lo que generó todo eso fue lo de los billetes. Esa fue la gota que derramó el vaso, la gente se alteró mucho. Los bancos aquí no se daban abasto, había colas de gente con bolsos y los bancos cerraban temprano”, explicó Josefina.

Contó que ella y su hermana tenían 30 mil bolívares en billetes de esa desmonetizada denominación y solo pudieron depositar los 20 mil que le correspondían a Josefina, los otros 10 los gastaron en unos chinos. “No nos dio tiempo, había una gran cantidad de personas en el Banco Provincial de Ciudad Bolívar. Cómo es que la gente no se va a molestar si se quedaron con tanto dinero sin valor, así de la nada”, manifestó.

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