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Bogotá. Entre los gritos de “asesino’’ y “cobarde’’ de un grupo de manifestantes, el ex senador Mario Uribe, primo segundo del presidente Álvaro Uribe, fue detenido anoche a su salida de la embajada de Costa Rica en Bogotá. Uribe, de 58 años, abandonó la embajada luego de que el Gobierno de Costa Rica informara que había rechazado su pedido de asilo político presentado más temprano. El ex senador había buscado la protección ayer por la mañana, cuando la Fiscalía General ordenó su detención para investigarlo por sus presuntos lazos con paramilitares. En medio de agentes policiales colombianos, que reforzaron la seguridad exterior de la sede diplomática, el ex congresista salió a bordo de una camioneta negra escoltado por agentes en cuatro motocicletas, al frente, que abrían camino entre un enjambre de reporteros y algunos manifestantes. La detención de Mario Uribe, quien ahora permanecerá en calabozos en la sede principal de la Fiscalía mientras se le asigna una prisión, puso fin a una larga jornada de tensiones sobre el destino del ex parlamentario y el impacto de su caso en el Gobierno y en el ya aquejado Congreso. “El ministerio de Relaciones Exteriores en conocimiento de los antecedentes del caso provenientes, en particular, de la Fiscalía de Colombia, amparado en los principios y normas del derecho de asilo y con base en la información disponible, considera improcedente dicha solicitud’’ de asilo a Uribe, informó la cancillería de Costa Rica en un comunicado divulgado en la capital, San José. Tras la intensa jornada, el presidente colombiano expresó en un comunicado su “dolor’’ por la orden de captura contra su primo segundo, quien fue presidente del Senado de 2000 a 2001. “La medida de aseguramiento contra el (ex) senador Mario Uribe me duele. Asumo este dolor con patriotismo, sin mengua en el cumplimiento de mis responsabilidades’’, dijo Uribe en una nota leída por el vocero de la Presidencia, César Mauricio Velásquez. Desde que se conoció el ingreso del ex senador a la sede diplomática, cerca de un centenar personas se congregaron frente a la embajada, colgaron fotos de víctimas del paramilitarismo en la reja de su fachada y gritaban consignas contra el ex senador. Acusado por Mancuso. La decisión de detener a Uribe la tomó el fiscal Ramiro Marín, delegado ante la Corte Suprema de Justicia, tras escuchar los descargos del ex congresista a las acusaciones lanzadas por los ex paramilitares Salvatore Mancuso y Jairo Castillo. En exposiciones ante la justicia, Mancuso –quien fue jefe máximo de los ultraderechistas y ahora está en la cárcel– dijo haberse reunido en dos ocasiones con Mario Uribe, a quien precisó haber apoyado en las legislativas de 2002. Castillo, asilado en Canadá y testigo principal de la justicia local en sus indagaciones sobre vínculos entre políticos y ultraderechistas, manifestó haber presenciado otras reuniones del ex parlamentario con paramilitares. Fuente: Ultimas Noticias. Pág. 58. Caracas. 23/04/08

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