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Las situaciones irregulares por alimentos han aumentado significativamente desde que inició el año, pues hasta la fecha, se han registrado mucho más de 270 saqueos o intentos de saqueo en el país. Marco Antonio Ponce, director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, advirtió que este comportamiento en la población refleja la profunda desesperación ante la crisis alimentaria en el país, la cual seguirá incrementando si no se hallan soluciones a la coyuntura.

Crédito El Nacional

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Además de los saqueos, en lo que va de año los venezolanos han protestado más de 700 veces por no gozar del derecho a la digna alimentación, producto del desabastecimiento y la escasez.

A esta misma fecha, en 2015, se habían registrado 132 saqueos e intentos de saqueo; es decir, la mitad de lo que se ha vivido en este primer semestre de 2016.

Desde que empezó el año, las protestas por alimentos van en aumento al pasar los meses. Hasta mayo de 2016 se registraron 680 en total, realizadas principalmente por vecinos.

Las actuaciones de las autoridades policiales y militares ante estos hechos han dado mucho de qué hablar, pues se han hecho denuncias sobre violaciones a los derechos humanos, aprehensiones injustificadas y demás abusos contra ciudadanos que afirman estar muriendo de hambre.

Dato. No se puede hablar de represión hacia aquellas personas que deciden saquear fuentes de alimento, pues significa un crimen, y las autoridades al neutralizar estos sujetos cumplen con su labor al resguardar la seguridad ciudadana, así lo explicó Ponce. Sin embargo, eso no implica que funcionarios policiales puedan violar los derechos humanos de quienes incurren en este delito. Sobre esto se han formulado diversas denuncias al respecto.

Chavismo sin Chávez, neveras sin comida

Desde el segundo semestre de 2014, los venezolanos han protestado con sincera desesperación al empezar a notar la falta de todos los productos alimenticios de los que estaban acostumbrados.

2014 fue un año muy duro para el chavismo. Fue la época de las llamadas “guarimbas”. El lapso de tiempo en que el gobierno de Nicolás Maduro, a solo un año de su llegada, recibió el mayor número de manifestaciones de descontento y de rechazo internacional. Expertos señalan que en 2014 se pulverizó la popularidad del chavismo, un sentimiento que se evaporó y quedó indiscutiblemente reflejado el 6 de diciembre de 2015.

La resolución 008610 del Ministerio de la Defensa, publicada en la Gaceta Oficial 40.589  del 27 de enero de 2015, establece un nuevomodelo de control militar del orden público que autoriza el “uso de la fuerza potencialmente mortal, bien con el arma de fuego o con otra arma potencialmente mortal” como último recurso para “evitar los desórdenes, apoyar la autoridad legítimamente constituida y rechazar toda agresión, enfrentándola de inmediato y con los medios necesarios”.

Esta resolución, suscrita por el general en jefe Vladimir Padrino López, viola el artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas para controlar manifestaciones pacíficas.

El decreto también atenta contra el artículo 138 de la ley Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, el cual señala: “Los y las integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana deben conocer, respetar, cumplir y hacer cumplir las disposiciones legales nacionales e internacionales relacionadas con los Derechos Humanos en tiempo de paz y en estado de excepción, actuando en el marco de los mismos”.

Descontento en zonas populares y el desconocimiento del gobierno

El pasado jueves -2 de junio- vecinos de la parroquia San José de Caracas iniciaron una protesta en la avenida Fuerzas Armadas exigiendo la venta de alimentos a un supermercado del sector. Los ciudadanos denunciaron que el cargamento fue desviado por el gobierno para ser distribuido por los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. Esta protesta se trasladó a la Urdaneta, en aras de llegar hasta Miraflores, pero fue bloqueada por las autoridades.

La situación generó disturbios, por los que el alcalde Jorge Rodríguez responsabilizó al partido Bandera Roja y al dirigente Carlos Melo.

En las últimas semanas se han  generado fuertes manifestaciones por falta de comida en muchas entidades del país. Estas situaciones no se han dado a conocer con detalle por los medios de comunicación tradicionales, sino por las redes sociales. Las imágenes reflejan la misma desesperación en diferentes partes de Venezuela.

“La gente reclama una salida, reclama comida ¿Cómo vas a evitar la reacción de la gente? No puedes evitarlo. Si no escuchan al pueblo ¿a quién escuchan?”, argumentó Carlos Melo, dirigente del partido Avanzada Progresista.

12 sueldos para alimentar una sola familia

En los últimos años ha decrecido el poder adquisitivo del consumidor en alimentos, así lo indican estadísticas presentadas por el Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda). La Canasta Alimentaria Familiar sólo se hace referencia a los productos de alimentación, sin tomar en cuenta los productos de higiene personal, servicios, ropa y otros gastos.

En el primer semestre de 2014, la canasta alimentaria se ubicó en 11.956 bolívares y el sueldo mínimo 4.251; es decir, se necesitaban casi tres sueldos mínimos para cubrir la demanda alimentaria de una familia.

En el primer semestre de 2015, la canasta alimentaria tenía un costo de 32.023 bolívares, con un sueldo mínimo de Bs. 6.746; por lo que cubrir la canasta alimentaria costaba casi cinco sueldos mínimos.

Ahora, en este primer semestre de 2016, la canasta alimentaria cuesta 184.906 bolívares, mientras que el sueldo mínimo se ubica en Bs. 15.051; o sea,  actualmente se necesitan más de 12 salarios mínimos para alimentar una familia.

Testimonios del hambre

La escasez, el desabastecimiento y la inflación obliga a los venezolanos a permanecer más de 12 horas en cola para comprar algo de comida. Con el agravamiento de la crisis alimentaria inició una ola de saqueos que se extendió en todo el territorio nacional.

Los ciudadanos hambrientos y sumidos en la angustia optan por saquear supermercados, abastos y camiones que trasladan alimentos.

“Tenemos que estar dia y noche en la calle para poder conseguir la comida porque si no, nos morimos de hambre. Estoy desde las 7:00 am en la calle y lo que he conseguido son dos bolsas de pasta (…) Tienen la comida escondida para venderla a los bachaqueros, mientras tanto nosotros haciendo la cola desde temprano ”, expresó una mujer a las 3:45 pm mientras hacía su segunda cola del día.

“No estoy de acuerdo con los saqueos porque vamos a pasar más hambre de la que ya estamos pasando. Pero esto es una angustia. Pasar todo el dia ruleteando, con hambre y sed para no llevar nada a casa. Entonces ¿qué es lo que provoca? ¡meterse a saquear! Claro que esa no es la idea, lo que queremos es que haya comida para todos”, argumentó la ciudadana que, por seguridad, prefirió no revelar su nombre.

Las madres de niños con discapacidad también deben someterse a colas inhumanas. Una mujer, con un bebé de un año en brazos, contó a El Nacional Web su rutina diaria para conseguir alimentos para la criatura.

“Estoy aquí desde las 8:00 am. Sin embargo, los gerentes del supermercado dicen que uno tiene que hablar con los colectivos para poder pasar. Después me querían sacar de la cola porque el carnet indica que el niño tiene ‘discapacidad leve’. Me aseguraron que el documento debe señalar que mi hijo tiene una ‘discapacidad grave’ para no tener que hacer cola”, expresó otra usuaria que quiso mantenerse en el anonimato.

Fuente: Satya Toro y María Alejandra Morales, El Nacional

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