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Fuente: El Nacional 

Policlínica Metropolitana

 Crédito El Nacional

Cinco personas, cuatro de ellas empleadas de la Policlínica Metropolitana, resultaron heridas el domingo durante la represión de la Guardia Nacional Bolivariana contra los manifestantes que se encontraban en la Avenida Principal de Caurimare y se refugiaron en ese centro de salud. Con el propósito de hacer salir a aproximadamente 500 personas que corrieron hacia la clínica, los guardias nacionales lanzaron bombas lacrimógenas dentro de esas instalaciones.

Uno de los empleados que presenció la acción policial relató que desde las 12:30 pm hasta las 1:00 pm alrededor de 15 motorizados y 150 funcionarios de la GNB se aproximaron hasta la entrada del estacionamiento de la clínica, y comenzaron a disparar lacrimógenas y perdigones contra quienes se encontraban allí. “A uno de nuestros choferes lo hirieron en la cabeza con una lacrimógena y le tomaron 20 puntos”.

La fuente indicó que durante la arremetida una mujer fue impactada en un seno por una bomba, un hombre de mediana edad recibió un perdigonazo en el rostro y otro tuvo fractura de pierna. “Alrededor de 500 manifestantes entraron por los sótanos para resguardarse de los disparos y el gas tóxico”, dijo.

Añadió que en la tarde otro grupo de cinco motorizados recorrió las inmediaciones de la clínica amenazando a la gente. “Todavía a las 4:00 pm seguían lanzando bombas por la avenida”.

Manifestantes y pacientes corrieron hasta la parte de los sótanos para hidratarse con agua potable. “Estábamos asfixiados y atrapados.  No podíamos salir”.

Durante tres horas y media se registraron cuatro arremetidas, dijo un joven que vende comestibles en las adyacencias del centro de salud privado. “Motorizados de la guardia vinieron varias veces y dispararon a edificios próximos”.

Unas señoras de la tercera edad fueron despojadas de sus celulares por los uniformados. “Les dijeron que era una revisión y les quitaron lo que tenían”, afirmó, y agregó que en el último ataque un joven resultó herido con una metra que se alojó en el hombro. “Se fue corriendo hasta Chuao y no supimos más de él”.

Bandera contra la represión

Uno de los especialistas de la clínica que vivió la violencia desmedida de la GNB, indicó que al momento del ataque siete pacientes en delicado estado de salud permanecían en el área de emergencia, además de adultos y niños hospitalizados que fueron afectados por la densidad de los gases tóxicos que se esparcieron por todas las instalaciones.

Explicó que la tensa situación que se vivió en el centro asistencial obligó al personal médico a sacar la bandera blanca de la Cruz Roja en señal de advertencia a los militares que atacaban con disparos, bombas lacrimógenas y perdigonazos. “Es una señal para hacerles saber que tenemos pacientes hospitalizados, que este es un centro de salud”. Añadió que el “bombardeo” que comenzó en la mañana produjo zozobra y miedo entre pacientes y manifestantes. “Había personas mayores llorando, y llegaron dos jóvenes heridos a distintas áreas”.

Roberts Armas, operador de seguridad, señaló que aun cuando la situación se normalizó en la tarde, todavía a las 4:00 pm había fuerte presencia militar. “Había tres camiones convoy y una tanqueta en la avenida”.

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